El grupo talibán descartó que su ingreso a Kabul, capital de Afganistán, represente un riesgo para la población, al descartar cualquier tipo de represión o violencia.
Uno de sus voceros, identificado como Suhail Shahin, declaró que el objetivo es realizar la transición pacífica acordada sin causar perjuicio en la población, esto a 20 años de ser derrotados por tropas extranjeras tras los ataques terroristas del 11 de septiembre.
“No hay represalias, no hay venganza”, dijo en entrevista a AP, luego de que su grupo tomara el palacio presidencial de Kabul.
También reiteró que el objetivo es regresar al poder con la oportunidad de crear un gobierno islámico inclusivo.
Por otro lado, desmintió los rumores de presuntas revisiones en viviendas de la región o ataques, al insistir que su postura es clara, pues desde su ingreso se convocó a todos sus combatientes a no hacerlo por la fuerza y esperar, o de lo contrario serán castigados.
Al ser cuestionado sobre la seguridad y participación de las mujeres, precisó que las niñas podrán seguir estudiando en escuelas, pues no les negarán su derecho a la educación, y adelantó que podrían gozar de una mejor posición que en el pasado. Sin embargo, acotó que este sector debe mantener el uso del hiyab.
ANR