La Policía de Brasil se prepara ante nuevas protestas de bolsonaristas, luego de que simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro convocaran a más movilizaciones, hecho por el que la Procuraduría General de la República (AGU, por sus siglas en portugués) alertó de una nueva amenaza de actos terroristas.
A sólo tres días del estallido en el que los bolsonaristas invadieron Planalto —residencia presidencial—, el Congreso y el Tribunal Supremo, las Policías Federal y Militar intensificaron las medidas de seguridad en varios puntos de la capital, principalmente en las inmediaciones de las sedes asaltadas el fin de semana, mientras que medios locales compartieron imágenes de éstas fuertemente custodiadas.
Asimismo, se ordenó el inmediato cierre de los accesos a la explanada del Congreso, tanto vehiculares como peatonales, y autoridades advirtieron que no permitirán que se repliquen las escenas del domingo, cuando cientos de insurrectos irrumpieron y causaron graves destrozos, hecho por el que suman más de mil 500 arrestos, si bien se reportó que algunos golpistas ya fueron liberados, pero siguen bajo investigación.
En tanto, el Tribunal Supremo prohibió la interrupción del tránsito en todas las regiones de Brasil al advertir que no se permitirán concentraciones tumultuarias que pongan en riesgo nuevamente la democracia del país.
Por ello, el juez Alexandre de Moraes adelantó que quienes incumplan dichas medidas serán acreedores a multas que van de los 20 mil a los 100 mil reales (70 y 360 mil pesos mexicanos), lo que recuerda que siguen la pista de todos aquellos civiles y funcionarios que financiaron los campamentos y el ataque del pasado 8 de enero.
Con ello, se anticipan más arrestos por actos en flagrancia, desobediencia civil y hasta invasión a edificios públicos.
Bolsonaro agita a insurrectos con nuevo reclamo de fraude
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, arremetió nuevamente contra su rival Luiz Inácio Lula da Silva y contra el Tribunal electoral al reiterar que el izquierdista no ganó las elecciones.
A través de su cuenta de Twitter agitó nuevamente las teorías de conspiración de que fue víctima de un fraude en las elecciones de octubre pasado al asegurar que “Lula no fue escogido por el pueblo brasileño. Lula fue escogido por el servicio electoral”, a sólo tres días de deslindarse de cualquier relación con los actos golpistas del fin de semana.
Sin embargo, al poco rato eliminó la publicación, pues sigue en el ojo del huracán como posible orquestador o financiador de los hechos, acciones por las que ya fue destituido su exministro de Defensa y quien fungía como titular de Seguridad de Brasilia Anderson Torres, contra quien ya hay una orden de arresto, pero se encuentra fuera del país, pues al igual que Bolsonaro viajó a Florida hace unos días.
AM