El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó el pasado domingo que Hezbolá ha experimentado "una serie de golpes que no podía imaginar" en el reciente aumento de tensiones entre Israel y el grupo chií libanés.
Durante un mensaje emitido desde su oficina y compartido en redes sociales, Netanyahu advirtió que, si Hezbolá no comprende el mensaje de Israel, pronto lo hará, reafirmando la determinación del país de garantizar la seguridad de sus ciudadanos en el norte.
Acompañado por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, Netanyahu destacó que el Ejército israelí intensificará sus operaciones hasta que los desplazados por los combates puedan regresar a sus hogares.
La reciente escalada de violencia comenzó tras los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás y otras facciones palestinas, que llevaron a Israel a lanzar una ofensiva contra la Franja de Gaza.
Desde entonces, los enfrentamientos en la frontera con Líbano han ido en aumento, con Hezbolá respondiendo a las acciones israelíes con un lanzamiento de cohetes.
Durante el fin de semana, se registraron intercambios de ataques intensificados, con la Fuerza Aérea israelí llevando a cabo los bombardeos más significativos en casi un año.
Israel afirmó haber atacado aproximadamente 290 objetivos de Hezbolá, incluyendo lanzacohetes, y se prepara para una prolongada campaña militar. Netanyahu enfatizó que "ningún país puede tolerar que se dispare contra sus ciudadanos", dejando claro que las fuerzas israelíes actuarán con determinación.
Por su parte, Hezbolá ha advertido que se encuentra en una "nueva fase" de conflicto, según declaraciones de su jefe adjunto, Naim Qassem, quien prometió continuar luchando hasta que se logre un alto el fuego en Gaza.
Esta escalada se ha cobrado numerosas vidas, con al menos 84 muertos en el Líbano durante la semana pasada, y el total de fallecidos en el país desde octubre superando los 750, lo que representa el enfrentamiento más violento desde la guerra de 2006.
La ONU y otras organizaciones internacionales han expresado su preocupación por la situación, instando a ambas partes a buscar una solución pacífica. En un contexto de creciente temor a que el conflicto se extienda más allá de las fronteras de Líbano, la coordinadora especial de la ONU en el país, Jeanine Hennis-Plasscharet, subrayó que "no existe una solución militar que haga más segura a ninguna de las partes".
El panorama en la región se complica aún más con la implicación de otros actores, como grupos armados respaldados por Irán, que han comenzado a involucrarse en los enfrentamientos. La situación sigue siendo volátil, con ambos bandos preparados para una prolongada confrontación.
Información de Reuters y Europa Press.
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