Un terremoto de magnitud 7.4 que sacudió la mañana de ayer el este de Taiwán, cerca de la localidad de Hualien, ha dejado hasta el momento un saldo de nueve personas fallecidas y mil 011 heridas, así como 100 más atrapadas, de las cuales 64 se encuentran en canteras de roca. La catástrofe ocurrida también trajo consigo el derrumbe de edificios, cortes de energía y deslizamientos masivos de tierra, por lo que ya se considera como el más fuerte ocurrido en la isla en los últimos 25 años.
Asimismo, 50 trabajadores que viajaban en minibuses rumbo a un hotel en el parque nacional Taroko Gorge se encuentran desaparecidos, mientras que varios edificios en Hualien, el punto más cercano al epicentro del terremoto producido cerca de la costa alrededor de las 8:00 hora local, se encuentran inclinados en ángulos precarios.
El alcalde de la ciudad, Hsu Chen-Wei, dijo que todos los residentes y negocios en edificios que se encontraban en estado peligroso habían sido evacuados, además de que se iniciaron los trabajos de demolición de cuatro edificios. También que 48 construcciones más se vieron afectadas y que se suspendieron las clases en la región.
En Taipéi, la capital de Taiwán, los fuertes movimientos de tierra obligaron a cerrar brevemente el sistema del Metro de la ciudad, además de dejar daños visibles en algunos edificios del centro. Funcionarios meteorológicos señalaron que aún se podían sentir réplicas, con más de 50 registradas hasta el momento.
Mientras que en Nuevo Taipéi, cerca de la capital, rescatistas lograron sacar a 57 sobrevivientes de un edificio destruido que tenía 60 años de antigüedad y albergaba una imprenta. El alcalde de esa metrópoli, Hou Yu-ih, inspeccionó el lugar y externó a la prensa que de las personas que lograron salir, sólo una estaba herida.
Más tarde, periodistas que se dirigieron por la noche rumbo a Hualien se encontraron con enormes agujeros en la carretera provocados por el terremoto. Por su parte, el servicio de tren fue suspendido en todo el territorio debido a que algunas vías se torcieron por la tensión del movimiento telúrico.
De acuerdo con la agencia Reuters, el operador eléctrico de Taiwán, Taipower, reportó que más de 87 mil personas en todo el país se encuentran sin energía eléctrica.
Aunque la agencia de monitoreo de terremotos de Taiwán informó que el sismo tuvo una magnitud de 7.2, el Servicio Geológico de Estados Unidos lo estimó en 7.4 y a una profundidad de 15.5 kilómetros, lo que desencadenó una alerta de tsunami para el sur de Japón y Filipinas que luego fue levantada.
Por su parte, la agencia meteorológica de Japón calculó la magnitud del terremoto en 7.7, diciendo que varias pequeñas olas de tsunami alcanzaron partes de la prefectura sureña de Okinawa, al tiempo que rebajó su alerta a aviso.
En Filipinas, los funcionarios de sismología advirtieron a los residentes costeros de varias provincias que se trasladaran a terrenos más elevados. Mientras que, en China, los medios estatales reportaron que el terremoto se sintió en la provincia sureste de Fujian, aunque un testigo de Reuters dijo que también se percibió en Shanghái. Cabe recordar que China y Taiwán están a aproximadamente 160 kilómetros de distancia.
Tras darse a conocer el impacto del terremoto, Charles Michel, presidente del consejo de la Unión Europea (UE), manifestó a través de su cuenta de X su apoyo a los afectados por la catástrofe y su pésame a las familias de las víctimas; además, señaló que la UE está dispuesta a proporcionar cualquier asistencia necesaria.
En respuesta y por la misma vía, el vicepresidente de Taiwán y presidente electo, Lai Ching-te, respondió: “Gracias, Charles Michel, por su generoso apoyo y condolencias. Taiwán se fortalece con su solidaridad y amistad durante este momento difícil y aprecia profundamente el apoyo de la UE”.
Asimismo, la portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, indicó que Washington está siguiendo de cerca el terremoto y tiene la disposición para proporcionar cualquier tipo de ayuda.
“Estamos monitoreando los informes sobre el terremoto que afectó a Taiwán y continuamos monitoreando su impacto potencial en Japón. Los Estados Unidos están dispuestos a proporcionar toda la asistencia necesaria. Todos los afectados están en nuestras oraciones”, declaró.
Las consecuencias económicas del terremoto aún no se han calculado. Taiwán es el principal fabricante de los chips informáticos más sofisticados del mundo y otros artículos de alta tecnología que son muy sensibles a los fenómenos sísmicos.
El peor terremoto ocurrido en Taiwán en los últimos años se produjo el 21 de septiembre de 1999, con una magnitud de 7.7 y causó más de dos mil muertes, así como más de ocho mil heridos y destruyó miles de edificios.