La respuesta de Texas para frenar la oleada migrante resiste y pese a los intentos del Gobierno de Joe Biden de derribar la barrera o alambrada de púas en el río Grande ésta se mantendrá.
Sin embargo, la decisión es temporal, pues la principal jueza federal en la entidad, Alia Moses, ordenó a la Patrulla Fronteriza detener de momento los planes de “desmontar, degradar y manipular” la cerca tras una demanda estatal.
El fiscal texano y aliado de Abbott, Ken Paxton, exhibió sus fichas para proteger su plan al denunciar la supuesta destrucción con maquinaria de propiedad estatal en Eagle Pass tras un intento del líder demócrata, según él, de “socavar” la respuesta para reforzar la frontera, luego de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) emprendiera acciones legales en favor de los indocumentados, pues la estructura que se extiende varios kilómetros por El Paso y Brownsville, puede provocar lesiones y hasta la muerte a quienes sigan esta ruta para ingresar ilegalmente.
Pero Moses incluyó limitaciones al permitir que se corte parte de la valla para brindar asistencia médica.
Con lo que se garantiza que ésta sólo puede alterarse si alguien queda atrapado, lo que recuerda que, en su estrategia por reforzar la seguridad en los límites con México, Texas también instaló otros equipos que ponen en riesgo a cientos de ilegales, como la estructura flotante en el río que ya intentó quitar EU desde junio pasado y en la que autoridades locales han localizado víctimas letales atrapadas, quienes presuntamente fueron arrastradas en busca del sueño americano, entre ellas un niño.
Con dichas acciones aumenta el estira y afloja entre Abbott y la gestión federal, de tendencia demócrata, en medio de múltiples reclamos del primero a Biden por no atender un tema que debería tratarse a nivel nacional, tras criticar su política de fronteras abiertas.
Por ello el conservador, quien ha intentado replicar polémicas políticas del expresidente Donald Trump como la construcción del muro, alardeó que ayer superó al presidente.
A través de su cuenta de X presumió que consiguió “otra victoria para Texas y nuestra histórica misión”.
Y resalta que Moses garantizó la reparación temporal de la alambrada ya cortada, que surgió para disuadir a migrantes ante los cruces masivos que siguen sin freno, pues el último mes del año fiscal cerró con un récord al registrar 269 mil arrestos, de acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) tras un repunte de 13.6 por ciento en comparación con agosto pasado.
Previamente, el republicano reiteró su disposición de ampliar la Operación Lone Star para combatir el tráfico de personas y detener el contrabando de drogas y armas, plan que insiste llena los vacíos creados por el desdén del Gobierno federal. Y refirió que no desistirá de su plan de ampliar medidas como un mayor despliegue de fuerzas para sellar por completo la frontera.