Un año antes de asesinar a diez personas en un supermercado, Payton Gendron, el presunto agresor de Buffalo, estuvo en el radar de la Policía.
Se reveló que el presunto supremacista blanco que transmitió, a través de Twitch la agresión contra personas de raza negra, fue investigado luego de que la secundaria en la que estudia alertó por una amenaza, pues amagó en un escrito con balear a estudiantes en una ceremonia de graduación.
Al revisar el expediente del sospechoso de 18 años de edad, se identificó que en junio del año pasado oficiales de Nueva York acudieron a la escuela Susquehanna y se ordenó una evaluación psiquiátrica, de la que no hubo información, pero se sabe que quien ayer se declaró inocente en su primera audiencia estuvo bajo tratamiento; sin embargo, 11 meses después perpetró el ataque, pero no en el colegio sino en un supermercado, en el que disparó contra 13 personas, 11 de ellas afroamericanas, matando a diez, entre ellas el guardia.
También se indicó que el sospechoso actuó con premeditación, pues según el jefe de la Policía local, Joseph Gramaglia, habría llegado hasta un día antes tras viajar más de 300 kilómetros para reconocer y estudiar la zona, así como la demografía, pues tenía ubicados sus objetivos.
El momento en que ingresó a la tienda expone que habría identificado horarios en que más personas acudían, especialmente ciudadanos afroamericanos.
Y es que según los primeros reportes, el agresor responsabiliza a este sector al igual que a las minorías de querer reemplazar a los blancos en Estados Unidos, esto según teorías de conspiración que escribió en un manifiesto de 180 páginas, en los que hace alusión a las armas, y se sabe que usó un rifle modificado ilegalmente, pero que presuntamente fue adquirido de manera legal, según declaró la gobernadora de NY, Kathy Hochul.
Las investigaciones sobre su conducta y actividad en Internet evidenciaron que seguía sitios de supremacistas. Además se basó en atentados previos para organizar su plan, pues una fuente reveló a AP que tenía información detallada de masacres perpetradas en Noruega, 2011, y en Nueva Zelanda, en 2019.
Al respecto, el alcalde Byron Brown aseveró que era claro que el extremista iba por el mayor número de vidas negras, pues la mayoría de sus víctimas son de esta comunidad.
Un día después de los hechos se reportó que los padres de Gendron fueron interrogados, pero no se dieron a conocer detalles de sus testimonios. Asimismo, se reportó que registraron propiedades de la familia en busca de información sobre el móvil y vínculos del sospechoso con grupos criminales.
En tanto, el presidente Joe Biden llamó a funcionarios y sociedad a “detener el odio”, pues señaló que es una labor conjunta evitar más actos “abominables”, como el del pasado 14 de mayo.
Sostuvo que éste fue un crimen de odio por motivos raciales, un hecho “aborrecible” para EU; mientras legisladores y líderes exigen redoblar esfuerzos para poner un alto a esta violencia armada, tras un auge de éstos especialmente por motivos raciales.
Lamentablemente, horas después la violencia retornó al país con dos tiroteos en California y Texas, con un saldo de tres muertos y ocho heridos.
La Policía de California confirmó que una persona falleció y cinco resultaron heridas en una iglesia presbiteriana de Laguna Woods luego de que un sospechoso abriera fuego en ésta; sin embargo, se desconoce el móvil de los hechos y no hubo detenidos. Ante este escenario, el gobernador Gavin Newsom condenó la tragedia y dijo que “nadie debería tener miedo de ir a un lugar de culto”.
A más de dos mil kilómetros de esta zona se reportó la muerte de dos personas luego de un enfrentamiento armado por una presunta riña en un bazar.
Testigos detallaron que el conflicto fue entre cinco jóvenes hispanos, de los que dos fueron detenidos y aunque se desconoce la razón de esta gresca, se reportó que recuperaron dos armas.
