El atacante solitario de 21 años que mató a 22 personas, 8 mexicanas entre ellas, e hirió a otras 24 el pasado 3 de agosto en un centro comercial de El Paso, Texas, se declaró inocente del cargo de asesinato capital, en lo que significó el ataque más mortal contra hispanos en la historia reciente de Estados Unidos.
En una breve comparecencia ante el tribunal esta tarde, el sospechoso, Patrick W. Crusius , quien el mes pasado fue acusado de un solo cargo, se enfrentará a la pena de muerte, encausada por el fiscal de distrito de El Paso, Jaime Esparza.
La lectura de cargos se llevó a cabo en medio de un fuerte aparato de seguridad y debido al intenso interés en el caso, el juez de distrito Sam Medrano trasladó la audiencia al Tribunal Ceremonial de El Paso, que tiene el doble de asientos que su sala de audiencias habitual.
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Sobrevivientes del tiroteo y familiares de los asesinados asistieron a la audiencia, que fue el primer paso en el caso penal contra el sospechoso.
Crusius fue arrestado unos 40 minutos después de que comenzara el tiroteo, mientras conducía por una carretera cercana al lugar donde cometió el crimen.
En una declaración jurada, la policía afirmó que Crusius salió de su automóvil cuando los uniformados se detuvieron detrás de él, éste levantó las manos y dijo: "Soy el tirador".
Las autoridades reportaron que el sospechoso condujo más de 900 kilómetros desde su ciudad natal, Allen, Texas, a El Paso, el 3 de agosto. Fue a un Walmart en el que había mil 500 personas, entre padres, hijos, adultos mayores y ciudadanos mexicanos que cruzaron la frontera para abastecerse de suministros.
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