Una serie de tornados arrasó con poblados completos en Oklahoma, Estados Unidos, con un saldo de cuatro muertos, entre ellos un bebé.
Las severas condiciones climáticas que comenzaron la semana pasada empeoraron en las últimas horas del 27 de abril cuando se formaron decenas de fenómenos tras la combinación de dos tormentas.
Ello que dejó más de 100 personas heridas, 30 mil hogares, hospitales sin electricidad, según poweroutage, y viviendas y edificios destruidos en Holdenville, Marietta y Sulphur, hecho por el que el gobernador Kevin Stitt, declaró estado de emergencia en 12 de los condados, mientras el sistema meteorológico sigue evaluando la fuerza con la que pegaron los tornados.
En tanto, personal de emergencias activó desde antier protocolos de búsqueda por reportes de desaparecidos, entre ellos un menor de cuatro meses, según una filial de la cadena ABC; lamentablemente, tras horas de rastreo fue hallado y trasladado a un hospital, pero no sobrevivió, y en las primeras horas de ayer se confirmó un total de tres bajas al recuperar sus cuerpos, uno en la interestatal, pero horas después la cifra escaló a cuatro y aún hay decenas de víctimas con paradero desconocido.
En medio del recuento de daños, se informó que la mayoría de lesionados presenta golpes y cortaduras menores, lo que evidencia los estragos de las ráfagas de aire que arrastraron a residentes y lanzaron objetos por varias partes, incluyendo el interior de refugios; recuento en el que resalta que casi la tercera parte de víctimas estaba en un mismo negocio.
Según los primeros respondientes decenas de residentes quedaron atrapados en un bar durante un evento deportivo, pues cuando se desató la emergencia ya no pudieron escapar. Escenario en el que el mandatario declaró “parece que todos los negocios del centro han sido destruidos” ante la intensidad de un fenómeno que dejó escenas no vistas.
Mientras que la zona muestra la total devastación con casas destruidas; unas quedaron en escombros, mientras otras apenas se sostenían o se ve el cascarón, pues ya no hay paredes sólo habitaciones vacías, pues los tornados arrasaron con todo al dejar rastros por el suelo de maderas, ropa y cristales, así como vehículos volcados, algunos incluso sobre viviendas.
Tras la emergencia, el gobernador adelantó que recorrerá las zonas más golpeadas para ratificar su compromiso para que todos tengan la ayuda necesaria.
Y el peligro aún no cesa, pues el servicio meteorológico dijo que los tornados se dirigen a Texas y Missouri, lo que obligó a residentes a trasladarse a los refugios y protegerse para evitar que aumente el saldo letal de ese fenómeno.