La renuncia de Ariel Henry como primer ministro de Haití abre la ruta de cambio gubernamental, pero sin claridad sobre el futuro con la isla sumida en su peor crisis, a causa de las pandillas.
Pese al compromiso de una “transición” y la euforia mostrada por manifestantes, se desconocen las bases para nombrar a un interino y convocar a elecciones, como exige la población tras más de dos años sin presidente, por el magnicidio de Jovenel Moïse.
En un video grabado desde Puerto Rico luego de que la Comunidad del Caribe (Caricom) adelantara su dimisión, el líder, que ni siquiera volvió debido a la inseguridad que impidió el paso de su avión, recalcó el plan de establecer un Consejo de Transición en la zona en la que sus fuerzas comenzaron a retomar sus puestos.
El político de 74 años aclaró que sigue al mando, al menos hasta que se instaure el grupo, que conformarán siete funcionarios de los principales partidos para designar a un mando interino, lo que podría darse esta semana, según declaraciones del exlíder Claude Joseph, quien fue implicado en el crimen de Moïse en 2021.
Ariel Henry agregó que ante el clima convulso que azota a la isla respetará el “sacrificio” que asumió, pues así como encabezó la zona los últimos años admitió que no permanecerá indiferente ante la espiral de violencia, decisión que corroborará cuando entre en funciones el Consejo y que según fuentes de Estados Unidos tomó desde la semana pasada, pero se esperó a la reunión en Jamaica, del pasado 11 de marzo, para hacerlo oficial.
En tanto, las pandillas controlan hasta 80 por ciento de la isla, según medios, y se pasean en las calles tras asaltar cuarteles y hasta cárceles, sin lograr lo mismo en el aeropuerto de Puerto Príncipe, una clara afrenta al poder, pues prevalece la incertidumbre sin signos de calma.
Aliados prometieron ayuda económica, humanitaria y de seguridad; sin embargo, Kenia canceló el envío de mil elementos para reforzar la seguridad.
Según la oficina de Exteriores africana la medida responde al ajuste político y aclaró que sólo es un retraso hasta conocer cómo será tal proceso o al interino.
En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que empujó esa misión, llamó a no abandonar a la isla al admitir que la ayuda se agota y Haití se hunde en una “devastadora crisis de hambre”. Tema que advirtió se agravará, pues calcula que un millón de habitantes está al borde de la hambruna, lo que pone en riesgo el plan de restaurar la estabilidad.
Al respecto, México respondió y la canciller Alicia Bárcena convocó a fortalecer esa estabilidad, pues además de rescatar al país se abonará a detener la migración, ante salidas que deben ser “una opción no una obligación”.