Ni las críticas hacen cambiar de opinión al expresidente estadounidense Donald Trump, quien cerró la puerta a más debates con la vicepresidenta Kamala Harris, mientras en el tema legal las noticias son mejores tras el retiro de cargos penales.
Pese a reclamos hasta de aliados, al ser superado por la demócrata, el magnate de 78 años insistió que ganó el encuentro del pasado 10 de septiembre y que no hay necesidad de programar otra cita.
“No habrá tercer debate”, publicó en mayúsculas en Truth Social ante la presión de los medios, pues reiteró que sólo los perdedores piden la “revancha”, aunque inicialmente su equipo pedía tres encuentros. Asestó que ya discutió de todo y lo suficiente, en alusión a planes de gobierno y prioridades como la migración, pues él ya participó en dos actos televisados, mientras que la número dos de EU apenas tuvo su presentación tras relevar a Joe Biden como aspirante.
Trump no cede ni porque analistas y la mayoría de los 76 millones de votantes que siguieron la transmisión creen que ella lo venció al verse contundente en sus políticas y hacerlo quedar mal por momentos, pues el empresario lució acorralado y a la defensiva, tema en el que sus asesores admitieron que no actuó según lo previsto y fue exhibido con tímidos ataques que centró más en Joe Biden que en Kamala Harris.
Pero el exlíder recalcó que no habrá otro debate al declarar en su primer mitin tras ese episodio que es tarde, pues ya comenzó la votación, y salió airoso del cara a cara con la “marxista” al recaudar casi 50 millones de dólares en un día.
Lo que contrasta con la número dos de la nación, pues desde Carolina del Norte —estado clave para la elección— la demócrata abundó que se lo deben al público, pero el conservador que enfrenta procesos legales usó el jaloneo en su favor al declarar que ella no quiso un tercer round para evitar a Fox News, la cadena de noticias preferida de Trump durante su gestión y en la que se siente más cómodo, no como con ABC News a cuyos moderadores criticó en Tucson, Arizona.
Frente a cientos de simpatizantes, el hombre que dijo que su cara de enojado fue la crisis migratoria descalificó a David Muir y Linsey Davis, quienes dirigieron el debate, al insistir que no fueron imparciales, lo trataron injustamente y le gritaron, por lo que sugirió despedirlos.
Incluso, arremetió contra ellos al insistir que trataron mejor a Harris y que por su conducta hay gente que cree que la vicepresidenta lo venció esa noche, pues publicó en su red social que fueron “tres contra uno”. Lo que reforzó ayer al llamar “desagradable” a Davis, mujer de raza negra igual que su contendiente, y acusó que ese medio le filtró las preguntas a la aliada de Joe Biden, lo que calificó de “vergonzoso” para el periodismo al ironizar que los moderadores son desconocidos, por lo que nadie debe aceptar un debate con ese medio, mientras sigue a la expectativa el que tendrán los nominados a vicepresidente, el demócrata Tim Walz, con el ultraconservador JD Vance.
Para sustentar sus acusaciones, citó un informe de la cuenta Leading Reporter que exponía que sí le adelantaron las preguntas a la campaña rival y que la beneficiaron al verificar sólo los dichos del magnate, tema en el que resalta que Muir intervino para desmentirlo sobre el rumor de que migrantes haitianos secuestraban mascotas, como perros y gatos, en Springfield, Ohio, para comérselos, declaración por la que Kamala evidenció su “extremismo” .
Y el mismo día que Donald Trump fijó su postura sobre futuros debates se reportó que desestimaron dos cargos penales de su juicio por interferencia electoral en 2020 en Georgia.
El juez Scott McAfee admitió que los fiscales no tenían autoridad para tales imputaciones, que están más allá de su jurisdicción, según la prensa, en referencia a la creación de una lista y la presentación de electores falsos.
Tal decisión fue considerada una victoria para él. Su defensa destacó que el magnate y el equipo “siguen prevaleciendo una vez más” contra actos políticos, aunque es muy probable que el juicio congelado desde junio pasado no se reanude antes de las elecciones. Además, se redujo otra vez la lista de delitos, pues hace meses bajó a 10 y ya sólo ocho de un total de 13 siguen vigentes contra Donald Trump y 14 coconspiradores, pues otros implicados ya se declararon culpables para conseguir mejores tratos y evitar la prisión.
