El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo un nuevo esfuerzo por bajar la temperatura al conflicto con Irán, al asegurar que el derribo de un avión no tripulado de las fuerzas estadounidenses, ayer, fue “un error”.
Las reacciones del mandatario se orientaron a ver —lo que pudo ser un ataque—, un acto involuntario. “Tengo la sensación de que fue un error cometido por alguien que no debió estar haciéndolo y que finalmente lo hizo. Me resulta difícil creer que fue intencional”, declaró a la prensa en la Casa Blanca, luego de su reacción en Twitter: “Irán cometió un gran error”.
Cuando el mandatario daba declaraciones ambiguas ante cuestionamientos de una respuesta militar de Estados Unidos, hizo votos para que el derribo del avión no tripualdo no diera pie a un conflicto armado. “Dije que quiero salir de estas guerras interminables, hice campaña sobre eso. Ésta sólo es una nueva mosca en el ungüento, sucedió con la caída de avión no tripulado”.
Trump indicó que si el suceso hubiera comprometido al personal militar estadounidense, entonces habría “una gran diferencia” al interpretar los hechos.
”Tengo la sensación de que fue un error cometido por alguien que no debió hacer lo que finalmente hizo. Me resulta difícil creer que fue intencional, si quieres saber
la verdad”
Donald Trump
Presidente de EU
El incidente se produjo en medio de la mayor tensión entre Estados Unidos e Irán por la caída del acuerdo nuclear de Teherán con otras potencias mundiales.
El presidente se negó a informar a los medios sobre las medidas de respuesta: el público “pronto se enterará (...). Obviamente, no vamos a hablar mucho sobre eso. Ya se sabrá”, dijo durante una reunión con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en la Oficina Oval.
[caption id="attachment_945264" align="alignright" width="301"] El dron era parte de un avión, como el de la imagen, sin personas a bordo, un RQ-4A Global Hawk, que despegó en un lugar no revelado de Asia, el 2 de diciembre de 2010. Foto: Reuters[/caption]
Pero lejos de establecer una nueva ruta militar para contrarrestar el comportamiento de la Guardia Revolucionaria iraní, Trump parecía más deseoso por alejarse del discurso de guerra, cuando se perfila a una dura campaña con los demócratas, para quedarse cuatro años más en la Casa Blanca.
Independientemente de los comentarios del presidente, los servicios de seguridad de ambos países ofrecieron versiones encontradas de las circunstancias que rodearon la caída del avión no tripulado. La Guardia Revolucionaria de Irán informó que, en efecto, derribó el dron, pues éste sobrevolaba el espacio aéreo iraní, algo que Estados Unidos negó, al referirse que su equipo hacía maniobras de rutina sobre aguas internacionales, en el Estrecho de Ormuz, donde, asegura, hacía uso de su libertad de navegación.
”Nuestro espacio aéreo es nuestra línea roja e Irán siempre ha respondido y seguirá respondiendo con firmeza a cualquier país que viole nuestro espacio aéreo”
Ali Shamkhani
Secretario del Consejo Supremo de Seguridad iraní
El Comando Central de Estados Unidos pareció seguir al presidente Trump. En un comunicado llamó al choque contra el avión no tripulado un “ataque no provocado”, aunque negó la afirmación de Irán de que el dron estaba sobre la provincia de Hormozgan, al sur de Irán.
Joseph Guastella, teniente de la Fuerza Aérea del país norteamericano, dijo en el Pentágono, ayer, que el dron operaba a 34 kilómetros del punto más cercano de la tierra iraní, cuando fue interceptado por la Guardia islámica.
LÍNEA ROJA. “Nuestro espacio aéreo es nuestra línea roja e Irán siempre ha respondido y seguirá respondiendo con firmeza a cualquier país que viole nuestra soberanía”, subrayó tras el incidente Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní.
El sitio web del fabricante del RQ-4A (el tipo de dron derribado), Northrop Grumman, indica que la nave puede volar durante más de 24 horas a altitudes superiores a 16 kilómetros.
El pasado miércoles, la administración de Donald Trump intentó reunir el apoyo mundial para presionar a Irán, al mostrar fragmentos del objeto que supuestamente incendió uno de los buques petroleros dañado el pasado 13 de junio. La artillería, indicó, se parecía mucho a las minas expuestas públicamente en los desfiles militares iraníes.
Diplomáticos de los países europeos involucrados en el tratado nuclear han insistido en que se necesitan más pruebas para señalar la responsabilidad de los ataques de estas embarcaciones.
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