Trump se escuda en Quinta Enmienda; ve “siembra” de pruebas

Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, invocó la Quinta Enmienda ante una indagatoria de la Fiscalía de Nueva York para evitar caer en autoincriminación por un presunto fraude fiscal.

Aunque el republicano anticipó horas antes que declararía para encarar a una “fiscal racista”, en referencia a Letitia James, ante una supuesta persecución, finalmente optó por el silencio y por consejo de su defensa se negó a testificar en la investigación sobre la Organización Trump y otras firmas de su familia.

La decisión se da a sabiendas que debía responder bajo juramento y tiene información que podría ser utilizada en su contra, pues además de este caso se le persiguen otros en el país.

Él mismo informó en un comunicado, casi una hora después de llegar a las oficinas, que declinó declarar, pues la Constitución lo protege, ante lo que ve como un ataque de varios frentes en el que su familia, empresas y aliados “se han convertido en el objetivo de una infundada cacería de brujas”.

Desde mayo pasado, James destapó el expediente, en el que también fueron citados dos de sus hijos, Ivanka y Donald Jr., al detallar que se detectaron irregularidades fiscales, pues la principal empresa infló el precio de sus bienes, como la residencia cateada por el FBI y el club de golf, para obtener préstamos millonarios; mientras que en términos fiscales, redujo las cifras para bajar los impuestos.

Pese al citatorio en NY, el exmandatario centró sus cartas en el allanamiento en su mansión para favorecer su campaña para 2024 y expuso dudas en torno al operativo del pasado 8 de agosto.

A dos días de lo que calificó como “irrupción” sin precedentes, dejó entrever que el operativo, en el que el gobierno decomisó 10 cajas con información clasificada, pudo ser para plantar evidencia.

A través de su plataforma Truth Social sostuvo que los agentes que ingresaron a su casa lo hicieron con sigilo para impedir que hubiera testigos de la revisión que se prolongó por nueve horas.

“Querían estar solos, sin testigos para ver qué hacían, tomaban o, espero que no, ‘sembraban’ pruebas”, externó.

Y el político de 76 años fue insistente en torno a que se impidiera que alguien estuviera presente en la revisión de más de 100 habitaciones, pues dijo que los agentes no dieron acceso ni a su defensa, hecho ante lo que su abogada, Cristina Bobb, dijo que han cooperado, pero no se esperaban este cateo.

Más tarde, quien busca regresar a la presidencia relató que en junio pasado la agencia le solicitó colocar seguridad en la residencia y el lunes “sin advertencias, un ejército de agentes irrumpió en Mar-a-Lago” y abrió una cerradura que habían pedido que se instalara.

Pese al silencio del Departamento de Justicia y del FBI en torno a este caso, el director de la agencia, Christopher Wray, habló por primera vez con la prensa, pero evitó hablar sobre la polémica en la que republicanos amagan con una severa respuesta.

Todas las preguntas se abocaron al caso, pero Wray se limitó a explicar “cómo pueden entender, no es algo de lo que pueda hablar”, en conferencia, por lo que tampoco reaccionó a la acusación de un presunto operativo armado.

Y es que además de las críticas, se han reportado amenazas de muerte contra los involucrados en la redada. La cadena Fox News, una de las favoritas de la gestión del acusado, reportó que desde el pasado 8 de agosto se detectó un aumento de amenazas de muerte contra Wray, el fiscal Merrick Garland y agentes, hecho del que no hubo posicionamiento oficial, pero se sabe que éstos cuentan con equipos de seguridad.

En tanto, legisladores se movilizan para responder a esta situación en la que mantienen choques por la legalidad y origen de esta orden. Al respecto, el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes urgió una reunión informativa con la Administración Nacional de Archivos y Registros en busca de información sobre el allanamiento, pues consideran que también es responsable.

Al respecto, el medio estadounidense Politico detalló que rastrean la coordinación existente entre el FBI y esa oficina.

Pero hay otros grupos que buscan explicaciones, pues el principal republicano del Comité de Inteligencia, Mike Turner, exhortó a los departamentos y agencias involucradas a preservar toda la información que fue tomada de la casa de Trump, para garantizar total transparencia y evitar especulaciones.