El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, informó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió una segunda dosis de Remdesivir "sin complicaciones" y sin oxígeno suplementario.
El doctor matizó que, aunque su equipo médico es "cautelosamente optimista" sobre su recuperación, el presidente "aún no está fuera de peligro" de los efectos del COVID-19.
El mandatario estadounidense no tiene fiebre, no necesita oxígeno suplementario, pasa la mayor parte de la tarde trabajando y ha podido moverse "sin dificultad", señaló Coneley.
Previamente, Trump subió un mensaje a sus redes sociales desde el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed donde está hospitalizado y refirió que se siente mucho mejor y "los próximos días, supone que serán la verdadera prueba".
El republicano destacó el apoyo bipartidista e internacional que ha recibido y espera pronto poder seguir con su campaña.
"Al llegar no me sentía bien, pero ya estoy mucho mejor. Veremos qué pasa en los próximos días, supongo que esa será la verdadera prueba", dijo Trump en el video publicado en su cuenta de Twitter.
El sábado, un equipo de médicos declaró en una conferencia de prensa que el mandatario estaba "muy bien". Uno de los profesionales afirmó que el republicano les había dicho "Siento que hoy podría salir de aquí".
Pero en cuestión de minutos, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dio a la prensa una evaluación menos optimista al decir: "Los signos vitales del presidente durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en términos de su atención. No hay un camino claro hacia una recuperación completa".
Meadows, cuyos comentarios iniciales fueron dados bajo condición de anonimato, cambió su discurso horas después y dijo a Reuters que Trump estaba "muy bien" y que "los médicos están muy satisfechos con sus constantes vitales".
Trump, de 74 años, abandonó el viernes la Casa Blanca y fue trasladado en helicóptero al centro médico en Bethesda, Maryland, horas después de que fuera diagnosticado con la enfermedad y en un episodio que trastocó la carrera electoral a un mes del 3 de noviembre.
Otra fuente dijo que Trump experimentó dificultad para respirar y su nivel de oxígeno cayó, lo que llevó a sus médicos a darle oxígeno suplementario, antes de que fuera trasladado.
JVR