El expresidente estadounidense Donald Trump ordenó mover las cajas con archivos confidenciales en su mansión meses antes del cateo de agosto pasado, reveló un empleado del magnate, mientras se reabre otro frente, pues el Comité legislativo retoma las audiencias por el asalto al Capitolio a casi cuatro semanas de las elecciones intermedias.
El testimonio de la persona, quien no fue identificada, expone que el mandatario intentó ocultar parte de los hasta 11 mil documentos recuperados por agentes del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), lo que confirma su presunta responsabilidad en delitos como obstrucción y mal manejo de información clasificada.
Fuentes del gobierno revelaron al diario The Washington Post que este movimiento sucedió en mayo pasado, después de que el equipo legal del republicano recibiera una citación para cooperar y entregar el material que presuntamente se encontraba en la residencia de Mar-a-Lago, en Florida, el cual fue solicitado por los Archivos Nacionales del país al detallar que parte del paquete era confidencial, pues nunca se desclasificó
Sin especificar en dónde se encontraba el material, la persona que habló con personal de la Agencia aseveró que fue una orden directa de Trump por la que se reubicaron las más de 10 cajas en la residencia del magnate en Florida.
Y se indicó que esta persona ha sido interrogada varias veces, pues en un inicio no quiso hablar, luego rindió declaración, pero en una nueva cita se contradijo hasta que finalmente reconoció que movió estas cajas por orden expresa del magnate. Ahora los agentes ahondan en la materia para esclarecer la forma en que actuaron tanto el mandatario como sus abogados, quienes también están en la mira de las autoridades.
Dicha información fue corroborada por el FBI, pues agentes señalaron que al revisar las cámaras de seguridad se identificó que en esas fechas se captó a varias personas, entre empleados y posiblemente asesores, llevando las cajas en las que presuntamente se encontraba el material que finalmente fue decomisado hace dos meses en un polémico allanamiento que denunció en redes sociales Trump, pues al momento de la irrupción no se encontraba en su mansión.
Pese a las nuevas revelaciones, el Departamento de Justicia y el FBI rechazaron hablar sobre el tema para evitar especulaciones, mientras sigue la revisión y la presiones para determinar qué material puede o no ser revisado por el “maestro especial”, solicitado por Trump, y por las autoridades que investigan al mandatario por presuntas violaciones a la ley de espionaje, debido a lo delicado del tema.
Esta nueva revelación se da un día antes de que el Comité, que indaga la presunta participación del magnate en el asalto al Capitolio, reabra las audiencias luego de una suspensión de varias semanas al poner la mira en la presunta responsabilidad del entonces presidente cuando la situación se salió de control.
De acuerdo con medios de EU, los nuevos testimonios se enfocan en los riesgos que el magnate sabía que se corrían el 6 de enero del 2021, pese a que él y su círculo cercano lo han negado.
Autoridades confirmaron que habrá nuevas citaciones, más videos y hasta correos electrónicos, sin adelantar nombres, pues no quitan la mira de la evidencia para demostrar que quien busca de nuevo la presidencia fue alertado del peligro de las movilizaciones, pues las minimizó e incluso siguió presionando a su equipo de seguridad para trasladarse hasta las inmediaciones del Congreso para apoyar a sus simpatizantes, sin intención de detenerlos.
Ello pone el foco también sobre el Servicio Secreto y su actuación previo y durante al que es considerado el mayor asalto a la democracia en el país, esto en parte fomentado por declaraciones previas, entre las que destaca la exasesora Cassidy Hutchinson.