El expresidente estadounidense Donald Trump acordó entregarse en Georgia tras su cuarta imputación, proceso por el que pagará por primera vez una fianza para evitar la prisión, mientras piensa en reforzar la frontera rumbo al 2024.
Horas después de que sus abogados negociaran una garantía de 200 mil dólares para su inmediata liberación por “extorsión criminal”, el aspirante presidencial confirmó que acatará el plazo de la fiscal de Fulton, Fani Willis. Sin embargo, prolongará éste al presentarse hasta el 24 de agosto, un día antes del límite que concluye al mediodía (tiempo del este).
“Iré a Atlanta, Georgia, el jueves para ser arrestado por una fiscal de izquierda radical”, externó el magnate republicano a través de su cuenta de Truth Social, al arremeter contra la funcionaria a la que culpa de esta supuesta “cacería de brujas”, al tiempo que ya acumula 91 cargos en su contra en cuatro estados.
Pese a que el juez Scott McAfee le prohibió intimidar a testigos y coconspiradores, éste aprovechó para atacar a quien lidera la acusación, al usar, como es frecuente, sus redes contra Willis.
En una publicación cuestionó el verdadero interés de la fiscal de meterlo a la cárcel. Acusó que hay más esfuerzos en sancionarlo por supuestamente violar la ley por una “llamada” en vez de perseguir a verdaderos asesinos, con lo que minimiza la severidad de 13 cargos en su contra por orquestar una “empresa criminal” para interferir en unos comicios, según la ley RICO (acrónimo en inglés de Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión).
Pero ése no fue el único comentario contra ella, horas antes acusó un caso “partidista”, y que ella y el gobernador Brian Kemp se aferran a someterlo.
¿Puedes creerlo? Iré a Atlanta, Georgia, el jueves para ser arrestado por una fiscal de distrito de izquierda radical (…)Donald Trump, Expresidente de Estados Unidos
Esto es en estricta coordinación con el Departamento de Justicia y el retorcido Joe Biden. ¡Se trata de interferencia electoral!
Sin embargo, el magnate no dio más detalles sobre lo que parece otro acto de campaña. Destaca que ocurrirá un día después del debate entre aspirantes a la nominación republicana, encuentro que desairó al reiterar que ya lo conocen y no necesita hacerse presente en la transmisión de la cadena aliada Fox News.
Sobre las negociaciones en este proceso se identificó que su equipo legal, liderado a distancia por el abogado Todd Blanche, aceptó la restricción contra su cliente para evitar que éste amenace o contacte a testigos o alguno de los 18 presuntos cómplices, especialmente por redes sociales. Si no acata tal acción, implicaría una obstrucción, aunque no se adelantaron posibles sanciones.
Más tarde él mismo confirmó que pagará 200 mil dólares, primera fianza para seguir en libertad, esta vez por supuestas presiones a funcionarios, como el secretario de Georgia, Brad Raffensperger, para encontrar más de 11 mil votos que necesitaba para ganar en el estado clave.
El monto es la suma de 80 mil dólares, por el máximo delito según la ley RICO, y 10 mil por cada cargo restante, tema del que se burló Trump al indicar que en Fulton creen que hay riesgo de fuga, pues ironizó que podría huir a Rusia, país con el que lo han vinculado.
Mientras que sus cómplices pagarán en la prisión de Fulton fianzas que oscilan entre los 10 mil y los 100 mil dólares.
Al respecto, destaca que son dos ex-abogados los que pagarán la mitad que Trump, al enfrentar menos cargos, como John Eastman, quien según la prensa del país vecino se entregaría mañana mismo, un día antes que Trump, en un proceso en el que se prevé que los 19 implicados sean enjuiciados juntos.
Pero a Trump parece que ninguna de las imputaciones lo descarrila de la contienda, pues analiza extender el plan de Texas de colocar boyas flotantes y retomar la construcción del muro fronterizo que inició en su mandato para detener a los indocumentados.
Pese a la muerte de al menos dos extranjeros en dicha infraestructura, ya denunciada por Joe Biden, Stephen Miller, asesor del republicano, adelantó a Axios que el magnate alista un plan contundente si vuelve a la Casa Blanca para revertir la política de fronteras abiertas.
Puntualizó que para ello contempla que el muro flotante de Greg Abbott sea mayor, no sólo en Texas, en medio de nuevos repuntes de arrestos fronterizos, según cifras de la Oficina de Aduanas.
El objetivo, dijo, es convertirse en “una máquina de deportación” al retomar el uso del Título 42 y el programa Quédate en México, limitar normas de asilo, quitar el derecho a la nacionalidad por nacimiento, deportar a delincuentes y designar a los cárteles de la droga como “combatientes enemigos”.
