A más de tres años del asalto al Capitolio el expresidente de Estados Unidos Donald Trump regresó al recinto para reunirse con legisladores republicanos.
Tras incitar esa violencia, imputaciones por conspirar para anular la elección de 2020, en la que lo derrotó Joe Biden, y su reciente culpabilidad de 34 delitos en Nueva York, el magnate busca atraerlos a su movimiento Make America Great Again (MAGA).
En la sesión matutina, el republicano elogió el trabajo de los conservadores, halagos que fueron bien recibidos, pues el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, comentó que les “brindó una cantidad extraordinaria de energía, emoción y entusiasmo esta mañana”, al mostrar sus fortaleza.
Durante estos diálogos el aspirante a la Casa Blanca tocó temas polémicos como el aborto, pues afirmó que la regulacion debe ser estatal, como lo han aplicado gobiernos republicanos; sin embargo, apoyó excepciones por violación, incesto y cuando la madre esté en peligro.
En tanto, grupos externos, incluyendo Project 2025, delinearon posibles prioridades para un eventual segundo mandato de Donald Trump al establecer bases tanto para acciones ejecutivas como legislativas; no obstante, el magnate conservador dejó en claro que tiene su propia agenda, lo que sugiere que seguirá impulsando sus políticas cuestionadas, entre éstas el cierre de la frontera para impedir el cruce ilegal de migrantes.
La visita de Trump al Capitolio en plena campaña electoral subraya su influencia continua dentro del Partido Republicano y su intención de establecer las bases para volver al poder, si gana las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Y es que, éste afianza estrategias en temas críticos de política nacional, demostrando que, a pesar de las adversidades legales, sigue siendo una figura central en la política estadounidense.
