El magnate y aspirante presidencial en Estados Unidos Donald Trump intensifica su defensa para retrasar al menos tres de sus cuatro juicios pendientes mientras se abre a liderar la bancada de su partido en la Cámara de Representantes luego de rechazar tal cargo.
A menos de seis meses de que inicie el proceso por el mal manejo de documentos clasificados, sus abogados Chris Kise y Todd Blanch solicitaron formalmente que éste se celebre hasta después de las elecciones de 2024, previstas para la primera semana de noviembre.
Según alegatos ante el Tribunal de Florida el cronograma actual entra en conflicto con asuntos del favorito a la nominación republicana, pues es claro que ni su cliente ni ellos pueden “estar en dos lugares a la vez”, ya que se empalma con un caso en su contra en Washington, ése por manipulación electoral.
Incluso, con tal de garantizar el cambio de fecha denunciaron que el fiscal especial, Jack Smith, no les entregó el material completo para armar el caso, al negarles una tercera parte de los documentos, lo que impide dar trámite al litigio de retención deliberada de archivos que sacó de la Casa Blanca y luego ocultó en Mar-a-Lago. Sin embargo, descartan bases para lograr su cometido, pues consideran que sólo son más quejas.
Pero éste no es el único caso que busca echar atrás, pues en medio de su juicio por fraude en Nueva York también pugnó por desestimar los presuntos esfuerzos para revertir su derrota electoral en 2020 y la presunta falsificación de registros comerciales tras descubrir que ese dinero lo usó para comprar el silencio de una actriz porno para ocultar una relación extramarital.
En el primer caso, su equipo legal insiste en garantizar la inmunidad a su cliente. El sector abundó en la estrategia de que no puede ser juzgado por actos que presuntamente cometió cuando era Ejecutivo federal y, pese a que ya no goza de la protección de ese cargo, lucharán por defender que sus acciones estaban protegidas por el máximo puesto en el país, hecho que contradicen incluso algunos de sus aliados.
Mientras que en el chantaje contra Stormy Daniels su defensa aseguró que no es posible demostrar que el exmandatario usó sus cuentas personales para pagarle a un empleado, quien presuntamente hizo llegar los envíos de dinero a la actriz y reiteró que la supuesta “cacería de brujas” contra éste interfiere en sus aspiraciones políticas.
Poco después de sus planes legales, Trump dijo que está dispuesto a convertirse en el presidente de la Cámara de Representantes, pese a que un día antes lo rechazó porque su prioridad es la campaña presidencial.
En entrevista con Fox News —cadena aliada al magnate— dijo que aceptaría la nominación para suplir a Kevin MCarthy con miras a recuperar la unidad entre republicanos y hasta ironizó que con la ventaja que tiene sobre sus oponentes le da el margen para alejarse de los eventos de campaña. Apuntó que ya lo buscaron varios congresistas para conocer su postura y éste recalcó, en medio de la división partidista, que podría hacerlo, pero temporalmente, al ofrecer a su bancada plazos de entre 30 y hasta 90 días con miras a salir de la crisis.
Tema por el que ya se adelantaba que se reunirá con los conservadores antes de la votación de la próxima semana y que ya rechazaron los demócratas, pues el líder rival en el Senado, Chuck Schumer, sentenció que ya tuvieron suficiente con su demostración de liderazgo durante el asalto al Capitolio.