Equipo y hasta su hija le rogaron frenar asalto al Capitolio

Trump sólo siguió el asalto a turba por TV

Comité asegura que el exmandatario de Estados Unidos abrió el camino “a la anarquía y la corrupción”; congresistas piden responsabilizarlo del ataque del 6 de enero del año pasado

El asesor adjunto de seguridad nacional de la administración del expresidente, Matthew Pottinger, y la exsecretaria de prensa adjunta, Sarah Matthews, juran durante la audiencia pública, ayer.
El asesor adjunto de seguridad nacional de la administración del expresidente, Matthew Pottinger, y la exsecretaria de prensa adjunta, Sarah Matthews, juran durante la audiencia pública, ayer. Foto: Reuters

Donald Trump abrió camino a la “anarquía y la corrupción”, señaló ayer Bennie Thompson, presidente del comité de investigación sobre el asalto al Capitolio, en Washington, DC, el 6 de enero del año pasado.

Al asegurar que el expresidente de Estados Unidos debe rendir cuentas, Thompson indicó que todos los responsables de la agresión, incluso en la Casa Blanca, “tendrán que responder de sus actos ante la justicia. Tendrá graves consecuencias, de lo contrario, temo que nuestra democracia no se recupere”.

La comisión documentó cómo durante 187 minutos, desde el momento en que Trump se fue del escenario de un mitin en el que envió a sus simpatizantes al Capitolio, hasta el momento en que apareció en el video de la Rosaleda de la Casa Blanca, nada pudo hacer que el presidente derrotado modificara su actitud.

A pesar de las peticiones desesperadas de asesores, aliados, líderes republicanos e incluso su familia, Donald Trump se negó a apaciguar a la turba que atacaba el Capitolio el 6 de enero de 2021.

En lugar de ello “echó gasolina al fuego” al tuitear sus afirmaciones falsas de que le habían robado las elecciones y diciéndole en un video a la multitud de simpatizantes lo especiales que eran y se dedicó a mirar la violencia al Capitolio por televisión.

Entre quienes testificaron el jueves en videos grabados en la audiencia del jueves ante el comité de la Cámara de Representantes, integrado por siete demócratas y dos republicanos repudiados por su partido, detallará qué pasó entre esos dos discursos, se encontraba Mark Robinson, sargento jubilado del Departamento de Policía del Distrito de Columbia, quien dijo a la comisión que Trump estaba bien al tanto del número de personas armadas entre sus simpatizantes, pero quería ir de cualquier forma.

“La única descripción que recibí fue que el presidente estaba molesto, y que insistía en ir al Capitolio y que hubo una acalorada discusión al respecto”, dijo Robinson. El panel escuchó que Trump estaba “furioso”.

Luria añadió que el mandatario “no llamó para emitir ordenes. No llamó para ofrecer ayuda”.

Matt Pottinger, entonces asesor adjunto de Seguridad Nacional, y Sarah Matthews, portavoz adjunta, dijo que en el Capitolio, la turba pedía a gritos: “¡Cuelguen a Mike Pence!”, asesor adjunto de seguridad nacional de Trump, mientras el mandatario tuiteaba su condena a Pence.

En tanto, las grabaciones de las transmisiones radiales del Servicio Secreto revelaron a algunos agentes que pedían que les hicieran llegar a sus familiares mensajes de despedida.

Pottinger dijo que cuando vio el tuit de Trump decidió renunciar de inmediato, al igual que Matthews, quien dijo ser una republicana de toda la vida, pero que no podía respaldar lo que estaba sucediendo. Ella fue la testigo que dijo que el tuit fue “echarle gasolina al fuego”.

Trump había arengado a la multitud a dirigirse al Capitolio durante un acalorado discurso en un evento en el parque La Elipse detrás de la Casa Blanca, y “a los 15 minutos de bajar del escenario, el presidente Trump sabía que el Capitolio estaba sitiado y siendo atacado”, dijo la demócrata Elaine Luria, integrante de la comisión selecta de la Cámara de Representantes.

Señaló que el panel ha recibido testimonio que confirma las versiones previas de Hutchinson, sobre un altercado en el que Trump estuvo involucrado mientras insistía que el Servicio Secreto lo llevara al Capitolio.

Se espera que el comité entregue al Congreso un informe con sus hallazgos durante este otoño boreal. La comisión podría emitir recomendaciones penales al Departamento de Justicia, dejando en manos del fiscal general Merrick Garland la decisión de si Trump u otros deberían ser procesados por intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020.