El aspirante presidencial republicano, Donald Trump, reforzó su retórica antiinmigrante al acusar a ese sector de dejar “muchos genes malos en nuestro país”, al insistir que alteran la “herencia” de la potencia, lo que generó críticas desde la Casa Blanca.
En otra dura postura, el magnate abundó que la comunidad a la que repetidamente tacha de “criminal” ha envenenado la sangre de esa nación porque “está en sus genes”, hecho del que culpó al gobierno. De cara a las elecciones apuntó que su oponente, Kamala Harris, y el presidente Joe Biden le abrieron la puerta a la delincuencia con sus políticas migratorias, pues miles de indocumentados siguen irrumpiendo en la frontera.
Sin embargo, en una entrevista radiofónica matizó su mensaje al sostener que sólo se refiere a asesinados declarados, al citar datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) pues 13 mil de hasta 400 mil son identificados como criminales, al recalcar que cometieron más de un crimen en sus naciones de origen, incluso hace décadas y siguen libres.
La secretaria de prensa de la campaña conservadora, Karoline Leavitt, arremetió contra la prensa por el tema, pues señaló que muchos optan por defender a homicidas y violadores con tal de hacer quedar mal al exmandatario que va por una segunda gestión, en la que ha prometido la mayor deportación en la historia y retomar la construcción del muro fronterizo.
En tanto, la vocera de JOe Biden, Karine Jean-Pierre calificó los dichos del político conservador de “repugnantes”.
