Asume gobierno oficialmente

Truss, 3a mujer en dirigir destinos británicos

La nueva premier lanzará esta misma semana su plan financiero; bajar impuestos, frenar inflación y controlar precios de los energéticos, en su estrategia

La reina Isabel II recibe a la nueva ministra, en una audiencia en Escocia, ayer.
La reina Isabel II recibe a la nueva ministra, en una audiencia en Escocia, ayer. Foto: AP

La primera ministra británica, Liz Truss, asumió el cargo con el compromiso de reforzar la economía, en medio de una crisis energética y una posible recesión.

Luego de reunirse con la reina Isabel II en Escocia, pues por primera vez la transición de mando en Gran Bretaña ocurrió en el castillo de Balmoral y no en el Palacio de Buckingham por los problemas de salud de la monarca de 96 años, la sucesora de Boris Johnson ratificó que esta misma semana pondrá en marcha un nuevo plan financiero.

Éste busca reducir los impuestos, contener la inflación y frenar el alza de precios energéticos causados por la invasión rusa, según la política de 47 años, quien admitió que en la nación uno de los mayores problemas es “la crisis del costo de la vida”, apuntando al bolsillo de los trabajadores y la clase media a la que ofrece mejores empleos en una nación “de aspiraciones”, un día después de ser elegida por los tories.

En su primer discurso como mandataria, quien ya es comparada con la expremier Margaret Thatcher, la excanciller aseveró que los cambios que implementará permitirán reconstruir la economía y regresar a Gran Bretaña a la senda del éxito y de la modernidad, luego de años de ajustes por el Brexit y por la pandemia de Covid-19.

Asimismo, reconoció el trabajo del polémico Johnson, quien se vio forzado a renunciar el julio pasado.

Y ante las pocas promesas iniciales, algunos críticos ya cuestionan la falta de transparencia desde el Día 1 para definir cómo se ayudará a la población para enfrentar este revés económico en el que va en aumento el costo de las facturas eléctricas, pero la funcionaria atajó las dudas al sostener que no permitirá que intenten dividir a la nación.

Enfrentamos severos tiempos globales en contra causados por la terrible guerra de Rusia en Ucrania y las secuelas de Covid-19
Liz Truss, Primera ministra de Gran Bretaña

Desde las oficinas de Downing Street, Truss afirmó que cumplirá el encargo de la monarca, quien la instó a formar un nuevo gobierno, y para ello también busca corregir el sistema de salud, mejorar las condiciones laborales en el país, uno de los principales reclamos en la actualidad, y garantizar la seguridad.

En temas energéticos se reportó que mañana mismo destapará sus planes, que mantuvo fuera del radar para hacer frente al régimen de Vladimir Putin, responsable de esta situación por condicionar a aliados de la región el suministro energético. Sin embargo, fuentes revelaron a The Guardian que prevén que fije topes máximos en el sector, replicando las propuestas del G-7 y la Unión Europea (UE), cuando se anticipan alzas drásticas de hasta el cuádruple meses antes de que llegue el invierno.

Incluso, la mandataria ya tuvo su primer diálogo con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, y a través de redes sociales resaltó que el respaldo que tuvo durante la gestión de Johnson continuará por un largo plazo, en referencia a la ayuda económica y militar, hecho ante el que Boris reiteró que la seguridad de GB depende de la de seguridad de Ucrania.

Dicho respaldo resonó en varias regiones, pues el presidente de Estados Unidos Joe Biden si dijo listo para reforzar lazos con este nuevo gobierno y aplaudió que uno de los primeros anuncios de Truss haya sido para Ucrania, lo que muestra la decisión de Occidente se mantener el respaldo al ejército defensor.

En contraste, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, criticó las menciones contra Rusia, pues dijo que una visión parcial de la situación al mantener la política de

Johnson. Y se atrevió a adelantar que con esta posición esa nación europea jamás alcanzará el liderazgo que la propia Truss cree que tendrá.

Y en casa, la funcionaria enfrenta más cambios, pues además de la renuncia de la ministra del Interior, Priti Patel, un día después se confirmó la de los titulares de Justicia, Dominic Raab, y de Cultura, Nadine Dorries, quienes confirmaron que retornaran a su posición parlamentaria por decisión propia, aunque algunos medios británicos cuestionaron si en el caso de Raab fue una renuncia o el primer despido de la era Truss.