Avanza contraofensiva

Ucrania arrebata a rival 3 territorios en Donbás

Ejército confirma el golpe al interior de los territorios anexados; nación invadida indaga junto a la CPI explosión en la presa de Kajovka, mientras invasor ataca en plena evacuación

Servicios de emergencia sacan en brazos a víctimas de las inundaciones en Jerson, ayer.
Servicios de emergencia sacan en brazos a víctimas de las inundaciones en Jerson, ayer. Foto: AP

En sólo unos días la contraofensiva ucraniana ya rindió frutos, pues las fuerzas defensoras avanzaron varios metros y recuperaron tres provincias en poder del invasor en Donbás, con la consigna de liberar Donetsk.

Pese a nuevos ataques y la severa destrucción por el golpe a la presa de Kajov-ka, los locales perpetraron un revés a los invasores al desocupar Blagodatne, Neskuchne y Makarivka.

Inicialmente las tropas de Volodimir Zelenski tomaron dos regiones, pero de inmediato redoblaron el asalto contra los rivales debilitados, lo que les ganó otro espacio al replegar a los ocupantes de Makarivka, de acuerdo con el último balance del Ministerio de Defensa.

La viceministra del ejército de Kiev, Hanna Maliar, destacó que el avance más importante fue en Bajmut al detallar, según el diario The Kiev Independent, que su frente de batalla se reposicionó unos 250 metros, lo que les da un nuevo margen de acción frente al enemigo; pero en otras posiciones avanzaron entre 300 y hasta mil 500 metros, mientras que los suyos no perdieron ninguna posición estratégica en este punto álgido.

Dicho reporte muestra el poderío de la resistencia, pues ampliaron su zona de control hacia Donetsk y Lugansk, puntos donde no sólo expulsaron a rusos, sino que capturaron a decenas de invasores.

Sin dar una cifra oficial, adelantaron que los prisioneros serán clave para mantener la ruta del contragolpe y extender en el corto y mediano plazo la recuperación territorial en el corredor que el

Kremlin aseguró que controlaba desde que se anexó cuatro ciudades ilegalmente a finales del año pasado.

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Gráfico ı Foto: larazondemexico

Con ello, el ejército de Vladimir Putin confirmó que las bajas humanas y de equipo siguen cobrando facturas altas, pues perdieron aldeas dentro del corredor crítico que trazó como su primer objetivo al invadir la nación vecina, mientras que Ucrania recalcó que no dará por perdidos esos territorios.

No obstante, también hubo golpes para los de Zelenski y civiles, pues los enviados de Moscú al verse superados repitieron el daño a las presas al estallar una segunda en menos de una semana, evidenciando que para frenar a los defensores están dispuestos a aumentar drásticamente el nivel de destrucción, tras reventar la represa de Kajovka, que dejó decenas de víctimas entre muertos, heridos y desplazados.

Asimismo, se reportó que los invasores lanzaron ataques contra Avdiivka, el nuevo punto fuerte de Moscú tras ser replegados en gran parte de Bajmut, y mataron a tres personas durante las evacuaciones en Jerson.

Según un informe oficial, los civiles perecieron en su intento por salir de la zona inundada, pues fueron alcanzados por balas enemigas, proceso en el que también resultaron heridas 23 personas, según la Oficina de la Fiscalía general; pese a la tragedia, destacaron que uno de los fallecidos se lanzó para cubrir a otras víctimas, lo que evitó más bajas a más de 470 días de la guerra.

En medio del grave daño, el defensor y la Corte Penal Internacional (CPI) confirmaron que abrieron una investigación en torno a la explosión que derribó la represa, atentado del que Kiev y Moscú se culparon mutuamente.

Zelenski dijo que mostrarán el nivel terrorista y de brutalidad del Kremlin, al recalcar que al enemigo no le importa la vida humana y recaban pruebas del siniestro que inundó varias regiones, pues Rusia ataca por igual la infraestructura, rutas de evacuación y embarcaciones.

Por separado, autoridades de la zona afectada advirtieron del riesgo de contaminación al especificar que los explosivos usados enturbiaron el agua y en el fondo aún hay artefactos que no detonaron como lo planeó Moscú lo que anticipa más daños; asimismo, se levantaron alertas por una crisis sanitaria por la falta de agua no sólo en Jerson sino en Crimea.