Ucrania tachó de promotor de la guerra y hasta hipócrita al Comité Olímpico Internacional (COI) ante la posible participación de rusos en la edición París 2024, cuando el conflicto está por cumplir un año, lo que recuerda choques que ha tenido con el deporte y otros sectores por no cerrarle la puerta a quienes provienen de la nación que los invadió en febrero pasado.
El asesor presidencial de Volodimir Zelenski, Mijailo Podoliak, sentenció que dejar que Rusia se sume a los Juegos Olímpicos —con o sin bandera— es dar armas al Kremlin, pues consideró que prácticamente se le da una plataforma en la que ese régimen aliente el genocidio, pues insistió que una nación acusada de múltiples crímenes de guerra no debería ser parte de competencias internacionales.
“El COI observa con placer la destrucción de Ucrania y luego ofrece a Rusia una plataforma para promover el genocidio”, recriminó el funcionario a través de su cuenta de Twitter en torno a lo que denominó “hipocresía olímpica”, pues Kiev promovió un boicot a dicho evento internacional por el riesgo que supone a su seguridad, mientras miles siguen muriendo en la nación, y Zelenski ya envió una carta a su homólogo francés, Emmanuel Macron, para garantizar la exclusión de rusos en la competencia del próximo año, al recodar que entre éstos hay integrantes del ejército, principal responsable de atrocidades en su territorio.
Presionan por mayor exclusión
Para algunos líderes la participación de rusos en esa justa deportiva es como hacerse de la vista ciega, como si la guerra no existiera y no hubiera evidencia de los crímenes de guerra del ejército de Putin, lo que recuerda advertencias previas en torno a la participación de atletas rusos en otras competencias, las cuales le cerraron las puertas a decenas de atletas en competencias mundiales.
Fue casi un mes después de la guerra que organismos, gobiernos y sedes de eventos deportivos impusieron medidas contra atletas de Moscú, en represalia por la guerra, incluso también contra bielorrusos por los lazos de ese régimen con Putin.
Ejemplo de ello fue la negativa para que la Selección de Rusia participara en el Mundial de Qatar de 2022, una edición después de ser el anfitrión, así como la suspensión de sus clubes de toda competencia internacional, de acuerdo con la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) y otras organizaciones.
Además, les arrebataron la sede de la final de la Champions League y de la próxima edición de la UEFA, así como la copa de voleibol que albergaría a finales del año pasado.
Pero las restricciones se han extendido más allá del futbol y Juegos Olímpicos, pues algunas marcas rompieron con clubes y aerolíneas rusas, y también les cerraron las puertas a pilotos de Fórmula 1, boxeadores, nadadores, tenistas y atletas de otros deportes en solitario o en equipo, hecho que el régimen ruso calificó de “aislamiento” y hasta prometió represalias contra quienes impusieran sanciones en su contra, pues este cerco también ha afectado a artistas.
AM