El ejército de Volodimir Zelenski advirtió a Rusia que la contraofensiva está lista y los invasores no sabrán con antelación cuándo se pondrá en marcha.
“A los planes les encanta el silencio”, aseveró ese Ministerio de Defensa en un video dirigido a las tropas de Vladimir Putin ante la expectativa sobre los detalles del golpe con el que buscan expulsar definitivamente al rival y recuperar el territorio ocupado, gracias a nuevos suministros desde Occidente, recalcando que están más fuertes que antes.
Tras semanas de anticipar un contragolpe, las Fuerzas Armadas defensoras dejaron en claro que no actúan igual que el enemigo, pues su intención no se centra en generar terror, sino en obligar al Estado terrorista a retroceder.
Incluso, la vicepresidenta del ejército, Hanna Maliar, precisó que el objetivo es sorprender al enemigo al compartir la grabación de medio minuto, ante los soldados y civiles que resisten en zonas como Kiev, Dnipro y Donbás. Recalcó a 466 días de la guerra, que no aplican las mismas tácticas al enfatizar que no habrá un mensaje de “está comenzando”, simplemente sufrirán pérdidas.
En la grabación se observa a militares en posiciones no reveladas con el dedo en la boca en señal de silencio, evidenciando que sus planes avanzan en sigilo luego de que Zelenski adelantara que su nación está lista para el éxito, mientras esperan suministros prometidos y que aliados cedan los cazas F-16 solicitados.
Con ello, el defensor revela que la respuesta contra el Kremlin se ajusta al escenario actual, al aprovechar el debilitamiento rival para perpetrar mayor daño y evitar que evadan las sanciones ante la terrible verdad de esta guerra, como hasta ahora, pues se confirmó que en 15 meses han muerto 485 niños.
Dicho plan coincide con los repliegues rusos, retrocesos en zonas anexadas y mientras Moscú presume repeler ataques en zonas fronterizas sin admitir que éstos provienen de la disidencia rusa.
Al respecto, el jefe del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksi Danilov, apuntó que, pese a la superioridad numérica del invasor, sus tropas dan la batalla día a día y acumulan pequeñas victorias. Y es que, dijo, sus tropas han sabido adaptarse a panoramas adversos al actuar desde la calma, no del terror, y en puntos clave.
En entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, agregó que tan sólo en Bajmut, el epicentro de la guerra desde hace 10 meses, el rival registró hasta siete veces más bajas que los suyos, pues tan sólo en esta provincia el Kremlin se quedó sin unos 23 mil efectivos, sin especificar si el cálculo se basa sólo en cuerpos abandonados en esta zona.
Dicha versión confirma los dichos del comandante de las Fuerzas Terrestres, Oleksandr Sirski, quien calificó de “significativas” las pérdidas rusas, por defunción y heridas de guerra, lo que atribuyen a la capacitación táctica de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Pero el régimen ruso rechazó ese pronóstico, al minimizar el plan rival. Aclaró que, pese a sus constantes intentos por doblegar a sus soldados, el enemigo “no logró sus tareas, no tuvo éxito” tras un operativo en el que participó el jefe del Estado Mayor del régimen, Valeri Gerasimov, lo que pareciera una advertencia ante la ofensiva prevista.
Además, el invasor acusó que la nación vecina busca escalar la guerra y ayer lanzó una “ofensiva a gran escala” en al menos cinco regiones al sur del Donbás con apoyo de reservas, drones y el sistema múltiple MLRS, pero ninguno de los 31 misiles alcanzó un blanco.
Sentenció que el objetivo era “romper nuestras defensas” al identificar una supuesta vulnerabilidad, pero ello no prosperó y los ucranianos se quedaron sin 250 efectivos, de acuerdo con un informe del Ministerio de Defensa del Kremlin, publicado por la agencia estatal TASS. Asimismo, dijo que Kiev perdió 40 vehículos, entre tanques y unidades blindadas de combate e infantería.
El régimen también ironizó sobre los ataques fallidos de Kiev al afirmar que frustró a un regimiento fronterizo en Belgorod, al detectar una intrusión a través de ríos limítrofes. Presumió que sus unidades fronterizas emboscaron a los saboteadores, lo que permitió impedir este nuevo atentado terrorista.
Sin embargo, la disidencia rusa contradijo el reporte oficial ruso al afirmar que los rebeldes siguen avanzando en la zona y ayer capturaron a varios invasores.
En un video compartido en Telegram —plataforma preferida en la guerra— mostró a casi una decena de prisioneros y ofreció entregarlos al Gobierno de Belgorod a cambio de un diálogo; pero éste lo evadió, por lo que optó por entregarlos a Ucrania para llevarlos a la justicia, según la Legión de la Libertad de Rusia y el Cuerpo de Voluntarios anti-Kremlin.
Incluso, la milicia interna aseguró tener bajo control varias provincias fronterizas, pero el régimen sostiene que evacuó zonas para protegerlas.
Tema en el que ya se preparan los mercenarios rusos. Tras verse forzados a abandonar Bajmut, al ceder sus posiciones al ejército regular, no desisten de reforzar otros frentes para evitar la derrota del Kremlin. Medios en Rusia reportaron que el Grupo Wagner busca voluntarios a través de redes sociales a cambio de pagos mensuales de casi tres mil dólares, con lo que confirma las bajas sufridas.