Fuerzas ucranianas lanzaron un nuevo ataque escalado con drones contra el territorio invasor para mostrar que todavía puede sorprender a Rusia y hasta arrebatarle el control de zonas clave en esta guerra.
A días de superar los dos años y medio de bombardeos, fuentes oficiales revelaron que el ejército de Volodimir Zelenski busca devolver los golpes del Kremlin igualando su estrategia y puso la mira sobre su infraestructura energética y militar al dirigir ayer una importante oleada de aeronaves no tripuladas contra centrales eléctricas y refinerías en casi una decena de ciudades rivales, entre ellas Moscú, Belgorod y Kursk.
Con ello el país invadido demuestra sus planes para desorientar al Kremlin en torno a la situación en la frontera a casi un mes de la incursión sorpresa con la que ya controla alrededor de cien regiones en Kursk; acto con el que también enfatizan que sus bases no sólo resisten sino que pueden aprovechar cualquier ventana de oportunidad para atacar con fuerza.
Al respecto, el mandatario resaltó que más allá de las armas y respaldo global, sus soldados siguen evidenciando gran coraje “para dar a Ucrania lo que necesita para defenderse”.
No obstante, las tropas de Vladimir Putin descartaron daños a sus instalaciones, más allá de incendios y sonoras explosiones reportadas por agencias, lo que pareció desmentir el gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, al culparlo de causar graves heridas a dos niños, quienes fueron operados de urgencia.
El Kremlin reportó que en las primeras horas de ayer derribó 158 drones ucranianos que pretendían vulnerar inmuebles al minimizar los intentos rivales de desestabilizar a sus tropas y en respuesta bombardeó al invadido.
Ahí provocó decenas de heridos en Járkov y Kurajovo cuando sus misiles alcanzaron otra vez zonas civiles, como viviendas, un centro comercial y un salón de eventos, lo que movilizó a rescatistas por atrapados en edificios golpeados, en medio de las dudas de si Estados Unidos y la Unión Europea (UE) darán luz verde a Kiev para usar las armas enviadas desde hace meses para atacar el territorio ruso y, con ello, cambiar el control en el campo de batalla.
Horas más tarde, Moscú intensificó su ofensiva al lanzar decenas de misiles balísticos y de crucero, lo que sacudió a Kiev y otras ciudades más, donde los servicios de emergencia respondieron para auxiliar a posibles víctimas.