El ejército ucraniano se declaró listo para lanzar la contraofensiva contra las fuerzas invasoras, al confirmar que está en la recta final de una nueva fase, luego de los bombardeos rusos que dejaron al menos dos muertos y 40 heridos en Pavlohrad, en la región de Dnipropetrovsk.
El ministro de Defensa, Oleksi Reznikov, reiteró que sólo esperan definir dónde y cuándo comenzará el plan para activar esta respuesta ante el aumento de hostilidades de los soldados de Vladimir Putin, pues en las últimas 24 horas los defensores repelieron una treintena de ataques, incluyendo misiles de crucero, al derribar unos 15 misiles.
Y auguró que tendrán un importante éxito en defensa de la democracia, al recalcar que se trata de una planeación de alto nivel, luego de la reciente reunión del presidente Volodimir Zelenski con mandos operativos.
En tanto, el líder sostuvo que “los rusos recibirán nuestra respuesta”, pues trabajan día y noche para destruir al rival en posiciones clave y garantizar “la derrota del Estado terrorista y una paz justa”, tras comenzar a usar los sistemas Patriot. Incluso, precisó que aceleran las acciones a la ofensiva al advertir que “cuanto más precisos sean más rápido se destruirá el mal ruso”, gracias al respaldo en armas y suministros de sus aliados.
Y es que las tropas locales buscan reforzarse y ganar terreno ante las agresiones simultáneas y desde varios frentes del Kremlin, pero sin desproteger zonas críticas, pues consideran que con esta operación ampliarán el control en Bajmut, el llamado epicentro de la guerra, donde la situación es “bastante complicada”, según una evaluación del coronel Oleksandr Syrski.
En dicho punto se especula que los ocupantes abandonaron el territorio, pero los militares asentados ahí ya toman precauciones, pues saben que el enemigo aprovecha supuestas retiradas para atraer a los ucranianas a trampas o elevar los combates.
A dicho pronóstico alentador se suma información de su aliado Estados Unidos, pues fuerzas de esa región señalan que en lo que va del año el enemigo ya perdió hasta 20 mil soldados, lo que representa la novena parte de las bajas sufridas hasta el momento, con un total de 165 decesos en promedio diario, por lo que el invasor busca miles de reclutas, aunque ha rechazado tal estrategia.
En torno, líderes de Dnipropetrovsk confirmaron el saldo de víctimas por los bombardeos contra supuestos almacenes de municiones y armas, en los que resultaron afectados varios jóvenes, entre ellos cinco menores de edad.
Pero también hubo daños a la infraestructura, pues el jefe regional, Sergei Lysak, detalló que los rusos derribaron instalaciones de energía lo que dejó a 20 mil residentes sin electricidad en esa ciudad y Jerson, por las significativas afectaciones, según medios locales, ante lo que el ministro de Energía, Herman Haluschenko, advirtió que el “apagón” se extenderá varios días.
Por separado, el gabinete indicó que en esa embestida el rival alcanzó 80 viviendas y varios edificios, entre éstos escuelas y jardines de niños, mientras sigue la amenaza de nuevos ataques aéreos.
