Ucrania se preparaba el lunes para más ataques rusos contra su infraestructura energética y de otro tipo, en lo que parece ser un patrón semanal, y advirtió que existe la posibilidad de ordenar evacuaciones en la capital.
El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, y sus contrapartes de seis naciones bálticas y nórdicas visitaron Ucrania y prometieron que enviarán generadores eléctricos, ropa abrigadora y alimentos. El objetivo es ayudar a los ucranianos a hacer frente a los meses más fríos y mantener su determinación.
Rusia está convirtiendo en un arma la seguridad energética civil, y es realmente vergonzosoUrmas Reinsalu, ministro de Asuntos Exteriores de Estonia
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenski advirtió el domingo por la noche que los soldados rusos “están preparando nuevos ataques, y mientras tengan misiles, no pararán”. El lunes se reunió con funcionarios del gobierno de alto rango para discutir las acciones que tomarían.
La semana que viene puede ser tan dura como la pasadaVolodimir Zelenski, presidente de Ucrania
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistió en que el presidente ruso Vladimir Putin pretendía utilizar el frío, la nieve y el hielo en su beneficio, no sólo en el campo de batalla, sino también contra los civiles ucranianos.
“El presidente Putin está tratando de utilizar el invierno como un arma de guerra contra Ucrania, y esto es terrible y tenemos que estar preparados para más ataques”, señaló en la víspera de una reunión de dos días de duración de ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la OTAN que se llevará a cabo en Bucarest, Rumania. “Esa es la razón por la que los aliados de la OTAN han aumentado su apoyo a Ucrania”.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que algunos de los 3 millones de habitantes de la ciudad probablemente tendrán que ser evacuados a lugares donde los servicios básicos son menos propensos a sufrir interrupciones causadas por los ataques con misiles.
Durante semanas, Rusia ha estado lanzando misiles contra instalaciones energéticas en Kiev y en otras ciudades ucranianas, generalmente los lunes, al comienzo de la semana laboral, lo que ha provocado cortes en el suministro de electricidad y agua.
Basándose en el patrón de los ataques a la infraestructura y en el tiempo de preparación de los soldados rusos, un asesor del ministro del Interior ucraniano dijo en la televisión nacional que los próximos ataques podrían producirse el lunes o en otra semana. Un portavoz militar ucraniano también dijo en la televisión nacional que los aviones rusos habían intensificado su actividad sobre Ucrania el lunes.
Con temperaturas que rondan el punto de congelación, y que se espera que bajen hasta los 11 grados Celsius bajo cero (12 grados Fahrenheit) en poco más de una semana, la ayuda internacional se centró cada vez más en elementos como generadores y transformadores, para asegurarse de que los apagones que afectan a todo, desde las cocinas hasta los quirófanos, sean lo más limitados y breves posible. La situación energética era tan grave que el comercializador de energía de Ucrania, que en tiempos normales es un exportador, hizo pruebas sobre importar electricidad de la vecina Rumania.
La oficina presidencial ucraniana dijo el lunes que continúan los intensos combates en el este, y los rusos están cañoneando Bakhmut y Toretsk.
“La gente se está refugiando en los sótanos, muchos de los cuales están llenos de agua”, dijo el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko. “Han estado viviendo en condiciones catastróficas, sin electricidad ni calefacción”.
También el lunes, Rusia negó que tenga previsto retirarse de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, que ocupa desde los primeros días de la guerra.
LRL