Tras cuatro días de labores, Ucrania restableció el suministro eléctrico en gran parte de la nación luego de una de las peores ofensivas rusas, que también dejó a oscuras a Moldavia.
La empresa Ukrenergo confirmó que hasta 80 por ciento de la población ya salió de las sombras previo a la llegada del invierno, pero hay regiones muy afectadas como Jerson —una de las anexadas por el Kremlin— en donde apenas 17 por ciento de residentes ya cuenta con este servicio, por lo que siguen las evacuaciones de esta zona.
Pese a que es la zona con el peor suministro, el gobernador Yaroslav Yanu-shevich destacó que es un gran avance, de acuerdo con el diario The Kiev Independent, pues recordó que llevaban tres semanas sin suministro ni agua ni calefacción y gracias al esfuerzo del sector energético ya tienen un poco de luz, en medio de la destrucción de instalaciones energéticas y nuevos bombardeos.
En medio de estas condiciones, los ingenieros que lideran la estrategia para restablecer el suministro total resaltaron que en estos días avanzarán al 100 por ciento que les fue arrebatado por el enemigo; no obstante, reiteraron el llamado a racionar el uso doméstico y comercial, pues insisten que los apagones podrían continuar como respaldo para evitar un colapso del sistema o ante posibles embestidas del ejército ruso al recordar que estos puntos se convirtieron en el principal blanco de las fuerzas del Kremlin para restringir a los defensores.
Al respecto, el presidente Volodimir Zelenski llamó a mantenerse alerta, ante la posibilidad de que las fuerzas de Vladimir Putin redoblen los ataques, pues admitió que aunque la última semana fue complicada es posible que ésta sea más difícil, especialmente en los territorios bajo poder del invasor.
La próxima semana puede ser tan dura como la que pasa.Volodimir Zelenski, Presidente de Ucrania
Nuestras fuerzas de defensa se están preparando (…)
Y nuestra unidad debe estar lista...
Y también pidió evitar las divisiones, luego de una confrontación con el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, a quien criticó por la lentitud para responder a las demandas de la población cuando lo más urgente es contar con recursos esenciales para sobrellevar los insistentes ataques rusos; sin embargo, tras un cruce de declaraciones, recalcó que la unidad es esencial, pues de lo contrario sólo favorecen a los enemigos, que buscan la manera de atacarlos.
En esta lucha denominada “terror energético” también hay señales positivas, pues la operadora Energoatom adelantó que hay indicios de que los invasores podrían abandonar la principal central nuclear a más de ocho meses de tomar el control de ésta.
A unos días de advertir que se acercaban a un inminente riesgo catastrófico, el líder de la firma, Petro Kotin, aseveró que, aunque puede ser muy apresurado, hay razones para pensar que “las tropas rusas están abandonando Zaporiyia”, en medio de los llamados de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) para garantizar la seguridad del complejo y devolver su mando a las autoridades ucranianas.
El funcionario detalló que, según datos de Inteligencia, en los últimos días los ocupantes trasladaron camiones y equipo militar cerca de la principal planta nuclear, por lo que sospechan que pretenden minarla para impedir la recuperación de ésta, tal como han hecho en otros territorios para causar daño, pese a la retirada.
INVASOR PIERDE TERRENO
A casi dos meses de la anexión de territorios ucranianos, los rusos no logran afianzar su poder en estos puntos y ahora sólo controlan poco más de la décima parte de territorio invadido.
Dicha aproximación expone nuevos repliegues de las fuerzas de Putin debido a los avances de los defensores, pues además de salir por completo de Járkov, región fronteriza que siguen bombardeando, también han dejado territorios en Jerson.
Y dicho escenario se estaría repitiendo en Donbás y en la ciudad que alberga a la mayor central de Europa, lo que hace suponer que los rusos sufren severas bajas y pérdidas de armamento, lo que les impide hacer frente a las fuerzas locales.