Un bombardeo ruso contra un hospital infantil en Mariupol dejó al menos 17 heridos, entre ellos mujeres embarazadas y recién nacidos, aunque se teme que la cifra letal sea mucho peor por la devastación, hecho que el presidente Volodimir Zelenski calificó como una clara señal de genocidio y “atrocidad”.
La embestida aérea derribó paredes externas, ventanas y muebles, luego del impacto en un aparente estacionamiento donde quedaron vehículos quemados y la marca del ataque: un enorme cráter en la tierra de varios metros de profundidad, según autoridades locales, con lo que suman 18 agresiones a instalaciones sanitarias, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A la espera del recuento oficial, que no se dio hasta el cierre de esta edición, las imágenes y videos mostraron el daño “colosal”, según el ayuntamiento: mujeres embarazadas trasladadas en camillas o a quienes ayudaban a bajar escaleras para desalojar lo que quedó del inmueble, mientras que las habitaciones lucían revueltas y sin ventanas, pues éstas volaron dejando en su lugar grandes huecos. También se notificaron afectaciones en hasta tres inmuebles cercanos.
Al respecto, Zelenski sostuvo que no hay mayor evidencia del genocidio provocado por su homólogo, Vladimir Putin, que lo ocurrido ayer, pues niños, madres y empleados quedaron bajo los escombros en la zona portuaria, una de las más atacadas por tropas enemigas, en donde antes del bombardeo se contabilizaron mil 170 muertes y hasta 400 mil retenidos, aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apenas reporta poco más de 500 decesos a nivel nacional.
Sostuvo que, contrario a lo que acusa Rusia, la resistencia nunca haría nada parecido en referencia a la supuesta represión contra fuerzas separatistas, hecho por el que el Kremlin justifica la invasión. Y horas después, líderes de la OMS, ONU y el Fondo de Naciones Unidas (Unicef) externaron su consternación por los hechos; la directora del último, Catherine Russell, se dijo horrorizada, pues temen una gran número de víctimas mortales.
Por separado, el alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko, advirtió que los perpetradores de la hostilidad contra niños “arderán en el infierno” y recordó las palabras del mandatario al referir “resistiremos hasta el final”. Hecho que reforzaron Estados Unidos y el primer ministro británico, Boris Johnson; en el primer caso tacharon de “barbarie” el ataque, mientras que el líder europeo afirmó en redes sociales que tal acto fue “depravado” al ser dirigido contra seres indefensos.
Ante este panorama, Zelenski se lanzó contra aliados al advertir que si las restricciones fueran suficientes la supuesta operación militar ya habría terminado, pero se intensifica más. Y precisó que no se trata de un tema que afecte sólo a su pueblo, pues con Putin no hay certezas y todo el continente está en riesgo.
Por ello, instó a todos los gobiernos a enviarle aviones de combate y “salvar vidas humanas”, pero EU rechazó el plan de Polonia de prestar cazas MIG-29, pues consideró que sólo escalaría el conflicto.
A la par de estos hechos, las naciones en guerra definieron otro plan de evacuación con seis corredores humanitarios, que incluyen a la ciudad asediada por su ubicación estratégica, ya que Rusia busca apoderarse de ella para conectar al país con Crimea, a través de Donbás.
Los representantes de ambos gobiernos se comprometieron a dar seguridad a quienes desean abandonar Ucrania y tras las críticas por los corredores que dirigían a Rusia, fijaron otros caminos seguros, a través de trenes, en Irpin, Mariupol, Sumi y Járkov, entre otros, acuerdo en el que destaca que los desplazados serán llevados a Zaporiyia, donde se ubica la mayor planta nuclear del continente que fue bombardeada la semana pasada.
Sin embargo, Ucrania admitió que no hay garantías y la vice primera ministra, Irina Vereshchuk, señaló que éstas fracasaron antes, por lo que clamó al Kremlin a respetar el cese al fuego luego de atacar a civiles y vehículos, lo que provocó una caída en el flujo de salidas en los últimos días, cuando suman 2.1 millones de ciudadanos refugiados en países vecinos.
RIESGO NUCLEAR Y BIOLÓGICO
Ucrania denunció que el corte de energía en Chernobyl es un riesgo latente, pues una fuga de sustancias podría elevar la radiación. Pese a su llamado a no escalar el conflicto, el Organismo Internacional de Energía Atómica descartó un “impacto crítico” pues no se ha detectado un alza radiactiva, tras perder el monitoreo.
En tanto, Zelenski advirtió que el uso de armas biológicas sería suicida para Rusia, por la devastación y respuesta que tendría ello. “Uno sólo amenaza con armas nucleares si todo lo demás no funciona”, reveló al semanario Die Ziet.
Por separado, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, llamó a estar alerta en la materia, pues la acusación de Rusia es la señal de que prepara una bandera falsa para atacar o alista dichas armas, al recordar que en el pasado el Kremlin envenenó al opositor Alexei Navalny.
Mientras que la vocera de Exteriores, Maria Zajarova, responsabilizó a Ucrania y EU sobre la elaboración de estas armas y urgió una respuesta clara, ante lo que Occidente atajó que no es más que una estrategia de “desinformación”.
- El dato: Ucrania suspendió la exportación de alimentos básicos como trigo y avena, entre otros, para garantizar el suministro de éstos en el país ante una posible crisis humanitaria.