El jefe diplomático de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, llamó a la comunidad mundial a no detener los suministros a las fuerzas de Ucrania, mientras socios advierten una posible intensificación de la guerra, por lo que alistan nuevo apoyo.
En la antesala del primer año en guerra, el funcionario resaltó el respaldo que gobiernos brindan a Volodimir Zelenski; sin embargo, recriminó que éste se redujo al punto de que hay más aplausos que municiones, mismas que necesita el ejército de Kiev para enfrentar a un régimen que los bombardea desde hace 361 días.
“Hay que hacer más”, abogó Borrell en un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich al demandar que se acelere el envío de equipo, pues insistió que Rusia no puede ganar.
Para el representante del bloque europeo es necesario atender esas peticiones en el corto y mediano plazo o de lo contrario el Kremlin aprovechará el “cansancio” europeo, mientras Zelenski solicita urgentemente tanques y cazas, tema en el que sus aliados aceptaron entregar vehículo de combate, pero no aeronaves.
Sin embargo, algunas naciones ya dan pasos en la materia, pues pese a negativas iniciales el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ayer conversó de nuevo con su homólogo ucraniano adelantó el envío de unidades tipo AMX-10, como alternativa. Sin embargo, no precisó cuántos trasladaría al desistir de dotarlos de los Leclerc, que son los más potentes que posee, pero respalda el plan de 10 puntos de paz.
En tanto, aliados de Occidente prevén entrenar a defensores en el uso de aeronaves, con lo que es posible que el ejército de Zelenski reciba éstos.
En medio de este nuevo estira y afloja, la inteligencia ucraniana y aliados coincidieron que es posible que las fuerzas de Putin preparen nuevas incursiones.
De acuerdo con datos locales, las tropas rusas aumentan significativamente el número de batallones en las inmediaciones de zonas anexadas, por lo que buscan reforzarse en Donetsk, uno de los principales objetivos de Moscú, ante posibles ataques terrestres, luego de varios días en que los rivales no han logrado avances en dicha región. A esa situación se suman pronósticos de más ataques masivos como hace semanas en Kiev.
Y ante la cercanía del primer año en guerra, Zelenski elevó la presión contra su homólogo ruso al afirmar que mientras el enemigo sufre “gigantescas bajas”, pues calculan 200 mil, los ucranianos equilibran la situación en zonas críticas.
Ante nuevos riesgos, admitió tras una reunión con mandos militares que hay regiones muy tensas como Bajmut; sin embargo, los suyos dan pasos firmes para echar a los invasores. Incluso, sostuvo en su más reciente mensaje a la nación que “cuanto más pierda Rusia más rápido podremos terminar esta guerra con la victoria”, pues ve una población motivada para resistir en busca de la salida total de quienes los invadieron. Y agregó que para mantenerlos así cambiará su estrategia para que “nuestra gente sepa y entienda lo que preparamos”.
En respuesta, el Kremlin recalcó que Occidente es el que busca elevar las tensiones, luego de nuevas acusaciones de crímenes de guerra. El embajador ruso en EU, Anatoli Antonov, indicó que líderes de esa nación buscan “demonizarlos” para justificar el respaldo que dan a Ucrania desde que comenzó la guerra.