El plan para frenar la migración en la Unión Europea (UE) parece tomar forma luego de que Italia cediera en su bloqueo y los aliados aceptaran la implementación de un mecanismo de excepcionalidad ante una crisis, sin anticipar la cercanía de ésta, pues el anfitrión de la reciente reu-nión de ministros del Interior enfrentó una intrusión en las Islas Canarias.
Tras un encuentro de embajadores del bloque en Bruselas, el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, resaltó que ayer se dio “un gran paso” al garantizar medidas para ampliar la estancia de los detenidos en busca de asilo y para acelerar sus procesos, aunque falta el respaldo del Parlamento Europeo.
En esta discusión sigue en vilo la definición, pues descartaron cuotas obligatorias, lo que inquieta a Italia, Grecia y España, como puntos de acceso desde África y Asia. Mientras que otros siguen renuentes a una repuesta conjunta, pues Polonia y Hungría votaron contra el acuerdo para situaciones extraordinarias, como las de 2015 y 2016, mientras que tres aliados se abstuvieron.
Dicha falta de claridad sobre las obligaciones abre la puerta a más rechazo. Y es que para una respuesta conjunta se requiere que todos acepten auxiliar a los Estados miembro afectados por estos arribos masivos a sus costas, pero con que uno que rechace la llamada proporcionalidad para aliviar a los territorios desbordados pone en riesgo la negociación, pues se anticipan jaloneos para deportar a estos migrantes.
No obstante, hay una alternativa para los países en contra al ofrecer recursos económicos en vez de solidarizarse.
Según RTVE para eludir esta responsabilidad deberán enviar fondos por cada posible refugiado rechazado para que los países golpeados cuenten con espacios suficientes, lo que implica que al recibir capital las naciones de primera línea no podrán resolver esta crisis.
Además, sin reglas fijas se abre la puerta a que algunos gobiernos impongan cerrojos al asilo.
Tal es el caso de Italia que en su política antimigrante busca apoyo incluso fuera de la UE. Se reveló que la primera ministra, Giorgia Meloni, no está satisfecha con lo acordado y se acercó a su homólogo británico, Rishi Sunak, para crear alternativas para contener a los indocumentados con miras a evitar que dicho grupo siga arribando a sus fronteras y garantizar deportaciones lo antes posible.
Pero esta reunión se vio opacada con este problema cuando los servicios de emergencia de España confirmaron que 128 extranjeros ingresaron a las Islas Canarias, lo que hace temer que más embarcaciones con ilegales, entre ellos niños y mujeres, se aproximen a la zona.
Como si estuviera programado a la par del encuentro regional el mismo día
desembarcaron en la isla El Hierro decenas de migrantes con lo que suman en sólo dos días más de 600 cruces irregulares, de acuerdo con un recuento de Associated Press. Se informó que éstos fueron evaluados médicamente y trasladados a sitios de acogida mientras se evalúa su permanencia en el continente. Con ello, España suma casi 15 mil ingresos irregulares en las Canarias en lo que va del año.
