La Comisión Europea adelantó un plan de emergencia para contener la migración y frenar el tráfico de personas ante la crisis que vive Italia, por temor a que ese desafío se extienda a todo el continente.
Luego de que Lampedusa —isla italiana que conecta a África con Europa— recibiera en sólo tres días a más de ocho mil indocumentados en embarcaciones irregulares, según agencias regionales, la presidenta del bloque, Ursula von der Leyen, aseveró que se requiere una estrategia regional al ratificar a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, “estamos juntos en esto”.
Punto ante el que la anfitriona, quien le mostró los botes que usan los criminales para estas peligrosas travesías, admitió que su territorio está “abrumado” y advirtió que si no se actúa con medidas enérgicas “este fenómeno no sólo sobrepasará a países fronterizos, sino a todos los demás”, para presionar a la Unión Europea (UE) para endurecer las políticas en el corto y largo plazo ante la afluencia atípica de extranjeros irregulares, pues sostuvo que este escenario es responsabilidad de las tibias medidas como bloque regional.
Tras una reunión bilateral que se extendió por hasta tres horas, la ultraderechista Meloni, quien en campaña prometió acabar con la migración irregular, presionó para imponer un bloque naval a Túnez, de donde proviene la mayoría de indocumentados, pues dicha nación rebasó en los últimos años a Libia como el principal punto de salida de los traficantes desde África.
No obstante, Von der Leyen rechazó acciones tan drásticas, en referencia a un golpe comercial en el mar Mediterráneo, pero se comprometió a echar a andar un plan de 10 puntos para regular los flujos que agobian a Italia y otras naciones como Grecia, que en los últimos meses sufrió tragedias marítimas tras el naufragio de embarcaciones ilegales.
La propuesta de Europa, que llamó a unir fuerzas, va encaminada a aliviar la carga migratoria y acabar con el “negocio brutal” de traficantes, por lo que prevén una nueva legislación en los países de la UE, aunque no adelantaron qué tipo de sanciones se impondrán.
Y advirtió a los “despiadados” contrabandistas, según declaraciones recogidas por el diario Corriere della Sera, que “Nosotros decidiremos quién llega a la Unión Europea y bajo qué circunstancias”, en dura crítica a quienes ganan millones por atraer a trampas mortales a los individuos y hasta familias que buscan una nueva vida o huyen de la pobreza y la violencia en sus naciones de origen.
Dicha afrenta contra los responsables de esta crisis evidencia que Italia y otros países enfrentan cruces casi a niveles récords. De acuerdo con agencias, Italia ya duplicó la cifra de ingresos ilegales del año pasado con hasta 126 mil irrupciones en lo que va de 2023, a falta de tres meses para el cierre del año.
Incluso, medios locales detallaron que, pese a un acuerdo con Túnez por más de 130 millones de dólares, el territorio africano no ha hecho nada por frenar estas salidas, avivando la tensión entre gobiernos fronterizos, pues el flujo se sigue disparando drásticamente mientras Meloni está por cumplir su primer año en el gobierno.
El plan de acción, según Von der Leyen, también contempla acelerar las deportaciones voluntarias, con respaldo de otros países de Europa, abrir corredores humanitarios y reducir las salidas de los africanos rumbo al continente, mediante una mayor vigilancia de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) en el Mediterráneo, lo que anticipa reducir significativamente las rutas de los traficantes, hecho que sostienen generará cambios concretos, pues el futuro regional está en juego.
Sin embargo, la ultraderechista Meloni no desiste de medidas más drásticas, como abrir más centros de detención y más despliegues fronterizos, luego de los choques constantes con Organizaciones No Gubernamentales (ONG) por supuestamente facilitar el traslado de éstos, tras rescatarlos en mar abierto.
En tanto, cientos de residentes protestan ante la amenaza migratoria, al movilizarse para exigir medidas para retornarlos a sus países, pues acusan que la isla está por convertirse en una ciudad de casas de campaña con miles de extranjeros saturando Lampedusa.
Y es que el total de irregulares albergados en sitios habilitados como ayuda ya supera a la población actual. Los ocho mil ingresos de las últimas horas representan hasta 40 por ciento más que el total de residentes en la isla (seis mil), mientras que la Cruz Roja admitió que los ilegales se encuentran en condiciones extremas de hacinamiento, pues en uno de los centros hay mil 500 extranjeros, cuatro meses más que los permitidos, 400.
Por ello, manifestantes bloquearon el paso del contingente de Von der Leyen, forzando un diálogo con funcionarios, ante lo que la premier italiana sólo respondió “estamos haciendo lo mejor que podemos” y adelantó que hoy mismo se reunirá con su Consejo de Ministros.
Y aunque no hubo un acuerdo sobre sus demandas, éstos exigieron medidas concretas contra la crisis; de lo contrario amagaron con bloquear aeropuertos, carreteras y zonas portuarias para impedir que éstos se adueñen de su territorio.
