Los planes de la Unión Europea (UE) sobre la crisis migratoria no alcanzaron un acuerdo en su intento por revertir los cruces y brindar ayuda a socios como Italia, saturada por la crisis en Lampedusa.
Tras semanas de debate, los ministros de Exteriores del bloque intentaron dar pasos parar acoger a los extranjeros que llegan irregularmente a países aliados, pero sin comprometer cuotas específicas, por lo que algunos insisten en endurecer los requisitos de asilo para limitar su ingreso, luego de que la Comisión Europea se lanzó contra los traficantes.
Al respecto, el gobierno italiano de Giorgia Meloni se opuso a una cláusula, que Alemania apoyó, en relación al rescate de inmigrantes por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) para llegar a la UE. Se informó que la primera ministra expresó su “asombro” sobre la medida del canciller Olaf Scholz de financiar asociaciones benéficas que ayudan a personas en el mar Mediterráneo.
Por separado, el ministro del Interior español y anfitrión, Fernando Grande-Marlaska, dijo que, a pesar del revés, los estados miembro estaban “muy cerca” de alcanzar un pacto y fuentes revelaron que era probable que ocurriera antes de una Cumbre de líderes de la UE la próxima semana.
El objetivo de estos cambios es dar claridad en torno a los procedimientos de asilo, las reglas sobre los procesos de control, los registros fronterizos y la creación de un paquete de reubicación o de “solidaridad” para aliviar a los Estados de primera línea como Italia y Grecia, usados como primer ingreso por los migrantes. En contraste, la UE extendió la protección temporal para los refugiados ucranianos que residen en Europa hasta marzo de 2025.