En una votación histórica, el Parlamento Europeo aprobó la ley sobre el uso de la Inteligencia Artificial (IA) con el respaldo de 523 votos, 46 en contra y 49 abstenciones.
El proyecto presentado desde abril de 2021 fue considerado inédito a nivel mundial y quedó pactado para ser ratificado por el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea (UE) en diciembre de 2023; sin embargo, la aparición de ChatGPT, desarrollado por OpenAI a finales de 2022 demostró el enorme potencial de la Inteligencia Artificial así como sus riesgos al presionar a su regulación, al darle otra dimensión al proyecto.
Por ello, se establecieron obligaciones de transparencia y normas de derechos de autor, mientras que los sistemas considerados de alto riesgo estarán sujetos a requisitos más estrictos, incluyendo un análisis de impacto sobre los derechos fundamentales.
Entre las disposiciones destaca la prohibición de la calificación ciudadana, sistemas de vigilancia masiva y la identificación biométrica remota de personas en lugares públicos. Y se establece la creación de una Oficina Europea de IA, prevista para imponer multas de hasta 35 millones de euros (más de 700 millones de pesos) o siete por ciento de la facturación global a empresas infractoras.
Tras el aval, el legislador italiano Brando Benifei calificó este día como "histórico en nuestro largo camino hacia una regulación de la Inteligencia Artificial". Por su parte, el rumano Dragos Tudorache destacó que se logró un equilibrio delicado entre el interés por la innovación y la protección de los intereses humanos.
El comisario de Mercado Interno, Thierry Breton, celebró el voto del Parlamento Europeo, afirmando que la UE se posiciona como un "definidor de estándares" en materia de IA confiable.
No obstante, pese al amplio respaldo, algunas voces expresan preocupación por el posible freno a la innovación que podría generar la ley. El director europeo del Centro de Certificaciones Internacionales y Acreditación (CCIA), Boniface de Champris, advirtió que "muchas de estas nuevas normas siguen sin estar claras y podrían ralentizar el desarrollo y la implementación de aplicaciones innovadoras".
Mientras tanto, los observatorios Multinacional y Empresarial Europeo, así como el LobbyControl, temen que los cabilderos debiliten la implementación de las normas en torno a la IA, señalando que "muchos detalles de la ley siguen abiertos y necesitan ser aclarados”.
(Con información de Montserrat Méndez)
