Organizaciones, activistas y hasta algunos líderes cuestionaron la falta de ambición para detener la amenaza climática al señalar que no es suficiente el acuerdo del G-20 para limitar de manera “significativa” el calentamiento global y empujan a mejorar el esfuerzo luego de un año en que no se llevó a cabo el evento.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), Greenpeace y el movimiento de la activista Greta Thunberg, Fridays for Future, coincidieron en que el plan de las 20 economías más fuertes del mundo para controlar y evitar la temida alza de temperatura de 1.5 grados centígrados en “un siglo” no tiene una meta real al señalar que no basta sólo con retomar el Acuerdo de París o alargar compromisos por años, pues lo que se necesita es actuar de manera urgente y multilateral.
No hay excusas para la procrastinación. Ya hemos visto de primera mano la devastación que causa el cambio climáticoBoris Johnson<br>Primer ministro de GB
A nombre de las Naciones Unidas, que ha recordado que varias zonas siguen reciclando sus promesas y no se cumplieron las de la década pasada, el secretario general, António Guterres, refirió que sus esperanzas están insatisfechas “pero aún no están enterradas”, dando señales de que es probable garantizar un cambio que impida la catástrofe que han alertado varios científicos a nivel mundial y presionando a potencias previo a la Cumbre Climática COP26, pues éstas son responsables de más de tres cuartas partes de esta contaminación.
Asimismo, en el segundo día de la reunión del G-20 en Roma, Italia, llamó a evitar que esta crisis sin respuesta se convierta en una “nueva normalidad” al reconocer que hay pasos importantes, pero no tan significativos. Muestra de ello es la alerta roja por el clima, pues los últimos siete años fueron los más cálidos, lo que aceleró el aumento del nivel del mar. Previamente, el organismo advirtió que las apuestas de 2009 fueron sólo eso, pues no se cumplieron estas metas ambientales, entre ellas el respaldo anual de hasta 100 mil millones de dólares para naciones de bajos recursos en busca de reducir el impacto del daño.
Acojo con satisfacción el compromiso del G-20. Dejo Roma con mis esperanzas incumplidas, pero al menos no están enterradasAntónio Guterres<br>Secretario general de la ONU
Ante esta nula respuesta mundial, Greenpeace calificó de suave y sin visión el acuerdo alcanzado ayer y llamó a apostar a mucho más en torno a los planes para eliminar los combustibles fósiles y los respectivos subsidios y cesar el financiamiento a la generación de electricidad a base de carbón. Incluso, su directora ejecutiva, Jennifer Morgan, sentenció “si el G-20 fue un ensayo para la COP26, entonces los líderes mundiales suavizaron sus líneas”, en referencia a la desigualdad entre las propuestas que hacen en público y las que firman en realidad.
Mientras que el movimiento de Thunberg, que se dirige hacia Escocia en la larga caminata “Marcha a Glasgow por el Clima”, reiteró que queda poco tiempo para salvar al mundo y a las generaciones futuras, pero siguen faltando las medidas concretas, esto a sólo unos meses de que la activista dijera que están cansados de tanto “blah, blah, blah”.
Es imposible no escuchar las voces desesperadas de los jóvenes que los ven (al G-20) como los custodios del planetaCarlos de Gales<br>Príncipe británico
A estas críticas se sumaron algunos mandatarios, como el primer ministro británico, Boris Johnson, quien sostuvo que urgen acciones inmediatas, advirtiendo que algunos compromisos son muy vagos y que llegó el momento de dejar las excusas. “Ya hemos visto de primera mano la devastación que causa el cambio climático”, comentó en el cierre del encuentro en referencia a las olas de calor, sequías, incendios forestales y huracanes en todas las regiones.
Incluso, reveló que el acuerdo para reducir las emisiones contaminantes no obtuvo el consenso deseado, pues apuntó que sólo 12 de los 20 integrantes ratificaron el compromiso para 2050 y la mitad no actualizó sus planes, lo que deja entrever que marchan a otro ritmo, como China, que dice que la neutralidad la alcanzará hasta 2060, lo que va en contra de la meta de tener resultados certeros para 2030.
Debemos acelerar la eliminación gradual del carbón e invertir más en energía renovable (…) también utilizar los recursos disponiblesMario Draghi<br>Primer ministro de Italia
En esa tónica, el primer ministro italiano, Mario Draghi, resaltó que estas medidas son apenas el principio de una gran transición para invertir más energías renovables, por lo que exhortó a empujar más apoyo tecnológico en esta lucha que se sabe se debe afianzar en la ciencia, comentó. En este tema, el líder ruso, Vladimir Putin —quien asistió de manera virtual—, se inclinó por alternativas como la absorción de los gases invernadero a través de bosques, tierras agrícolas y mares.
En tanto, en su calidad de anfitrión de la Cumbre Climática que arranca, el príncipe Carlos reiteró que se acaban las oportunidades. Por ello, llamó a los líderes mundiales a dejar de lado las diferencias y escuchar más a los jóvenes.
Por separado, el líder de la COP26, Alok Sharma, reiteró la importancia de arriesgar más, de lo contrario no llegarán a las metas y muchas naciones se encontrarán bajo el agua en unos años.
Los países deben establecer objetivos para 2030 que tracen un camino realista. Actualmente, varios no están en una trayectoria creíbleHelen Mountford<br>Vicepresidenta de Clim y Economía de WRI
En torno al acuerdo para “limpiar” al mundo, lo líderes fijaron para mediados de siglo, o cerca de estas fechas, las cero emisiones netas, al concluir “incrementaremos nuestros esfuerzos para implementar el compromiso asumido en 2009 de eliminar gradualmente y racionalizar, a medida plazo, los subsidios a los combustibles fósiles”.
La mayoría de líderes reconoció el peligro de no lograr la neutralidad de carbono, así como su compromiso para invertir más en energías verdes, en espera de comenzar la COP 26 en la que podrían abrirse nuevas negociaciones para coordinar un esfuerzo mayor.