El régimen chavista detuvo al exministro del Petróleo y exaliado venezolano Tareck El Aissami en un intento de mostrar que actuarán contra la impunidad, hecho que se da tres meses antes de la elección
presidencial, lo que despertó críticas entre la oposición.
A más de un año de la desaparición del exfuncionario a causa del escándalo que lo obligó a renunciar a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), el fiscal Tarek William Saab confirmó el arresto del ex número dos de Maduro y allegado al difunto Hugo Chávez por su presunto nexo con una red criminal para desfalcar a la nación sudamericana.
Ante las especulaciones de críticos de que se archivaría el caso, el fiscal resaltó ante la prensa que el Gobierno da resultados, pues gracias a que la investigación continuó cinco implicados ya colaboran con la justicia.
En conferencia de prensa explicó que en recientes interrogatorios éstos, quienes no fueron identificados, corroboraron la participación del hombre de confianza del chavismo en esta trama que Caracas vinculó al llamado “eje Miami-Washington”, al sugerir que Estados Unidos está detrás, pues se pretendía desatar el caos e inestabilidad en Venezuela.
Y el fiscal mostró imágenes del operativo contra el exministro de Finanzas al resaltar “este sujeto está en manos de la justicia para ser imputado por gravísimos delitos” y enlistar cargos de traición a la patria, terrorismo económico, apropiación o distracción del patrimonio público, alardear de sus influencias y legitimación de capitales y asociación.
Mismos que también presentarán contra dos de sus cómplices y colaboradores, pues ayer también fueron detenidos Simón Alejandro Zerpa y el empresario Samark López Bello. De éstos destaca el primero, quien además de que fue parte del gabinete de Nicolás Maduro en Finanzas es señalado como el presunto testaferros de El Aissami.
Según el caso denominado PDVSA-Cripto los criminales aprovecharon su posición en oficinas económicas y petroleras para usar sus influencias y desviar millones de dólares a través del sistema financiero, ocasionando un daño patrimonial incalculable.
Su modus operandi, identificado desde 2023, era operar ilícitamente negociaciones para vender fuera del radar crudo y quedarse con las ganancias, mismas que convertían en criptomonedas para enviarlas al extranjero a través de sociedades mercantiles. Y se calcula que desde 2017, cuando el llamado “zar del petróleo” aún se desempeñaba como mano derecha del régimen, cometió irregularidades para sacar petróleo del país a beneficio personal y adquirir con esas sumas bienes, monedas digitales y hasta granjas de criptomonedas.
Tema en el que resalta que también encabezó las compañías estatales como la Corporación Venezolana de Guayana y la Superintendencia Nacional de Criptoactivos, aunque no se abundó sobre anomalías en éstas.
Ante esta situación, el fiscal Saab lamentó: “En mala hora usaron sus cargos para aliarse con empresas de maletín”, pues para el gobierno es claro que buscaban socavar a la nación al destruir su moneda, alterar el mercado negro y provocar el fracaso de políticas económicas.
Por ello, aseveró que los involucrados y canallas recibirán una sanción ejemplar ante lo que calificó como “una de las más graves conspiraciones económicas” en el país, pues según los fiscales suman más de 50 personas aprehendidas por esta red ilegal y aún están pendientes 17 órdenes de arresto, aunque no se revelaron nombres.
Casi de inmediato, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al que pertenece el Ejecutivo, respaldó la lucha anticorrupción de la Fiscalía para acabar con supuestos delincuentes sin importar “caiga quien caiga”, según un comunicado firmado por el vicepresidente de esa fuerza, Diosdado Cabello.
Sin embargo, la oposición y ciudadanos externaron sus dudas en torno al presunto arresto de un aliado fuerte del chavismo al tildarlo incluso de “montaje” por la cercanía de los comicios.
Uno de los que alzó la voz fue el exmandatario encargado Juan Guaidó al ironizar sobre la defensa que Maduro y Chávez hicieron en su momento de Tareck, sancionado por EU por presunto narcotráfico, y ahora le den la espalda.
Por lo que ligó este hecho con la carrera presidencial al sostener que el presidente Nicolás Maduro envió un claro mensaje ayer, pues “entregarán a cualquiera con tal de retener el poder”, según una publicación en su cuenta de X el mismo día en que el líder recibió a su homólogo colombiano, Gustavo Petro.
Asimismo, Guaidó cuestionó que no se revelara “dónde están los 23 mil millones de dólares”, al sugerir que el botín no terminó sólo en cuentas de El Aissami, al recalcar el lazo de éste con el régimen y fotos del presidente con el acusado.
En tanto, usuarios en redes sociales circularon mensajes para tachar la acción de ayer como un show o captura falsa al referir que el ahora detenido nunca estuvo prófugo ni desaparecido; críticos del régimen preguntaron por qué quien hasta fue acusado de tráfico de drogas no fue inhabilitado, al contrastar su caso con el de disidentes, como la opositora María Corina Machado, a quien el régimen no dejó competir para las elecciones del próximo 28 de julio.
