Los gobiernos de Guyana y Venezuela limaron asperezas tras semanas de tensión por la disputa territorial por el Esequibo al abstenerse de escalar la confrontación, hecho que celebró la región.
En un encuentro celebrado en San Vicente, los presidentes Irfaan Ali y Nicolás Maduro, respectivamente, acordaron distender las diferencias al garantizar que no se atacarán, luego de que el primero tachó a su homólogo de “criminal” por reclamar una región a la que supuestamente renunció hace más de un siglo.
En un comunicado conjunto indicaron que, pese a la controversia, en este primer acercamiento se comprometieron a que “no se amenazarán ni utilizarán la fuerza en ninguna circunstancia”, pues resolverán esta situación sólo a través del derecho internacional.
Pues ratificaron que mantienen el respaldo de instancias internacionales como la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con lo que ratifican que no habrá medidas intimidatorias de ningún bando.
Incluso, adelantaron en conferencia, en la que no se permitieron preguntas, que crearán una comisión conjunta, encabezada por sus ministros de Exteriores, para evaluar la situación y presentar en un plazo no mayor a tres meses los avances para diluir la tensión persistente en una sede neutral, como Brasil.
Proceso que acompañarán líderes como el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, y el secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres. Y no descartan mayor mediación, pues el líder cubano, Miguel Díaz-Canel, ofreció su ayuda en redes sociales, mientras que Estados Unidos instó a ambas zonas a respetar lo planteado y seguir la ruta pacífica, luego de que se advirtiera una amenaza militar.
