La tasa general de violencia con armas de fuego en Estados Unidos aumentó en un 30 por ciento durante el primer año de la pandemia por COVID-19 en comparación del año anterior, de acuerdo con un estudio realizado por The Conversation.
En 28 estados, las tasas fueron sustancialmente más altas entre el 1 de marzo de 2020 y el 31 de marzo de 2021, en comparación con el período prepandémico que abarca desde el 1 de febrero de 2019 hasta el 29 de febrero de 2020.
El medio detalla que hubo 51 mil 63 incidentes de violencia con armas de fuego que provocaron lesiones o la muerte en los Estados Unidos durante los primeros 13 meses de la pandemia en comparación con los 38 mil 919 incidentes en el mismo período de tiempo antes de que iniciara.
Al comienzo de la pandemia por COVID-19, las ventas de armas en los Estados Unidos aumentaron con más del 20 por ciento por parte de compradores primerizos.
The Conversation indica que este fuerte aumento en la compra de armas de fuego genera serias preocupaciones, ya que la combinación de mayor estrés, trastornos sociales y aislamiento durante la pandemia, creó una tormenta perfecta de condiciones que podrían contribuir a un aumento de la violencia con armas de fuego.
Estas tendencias también fueron preocupantes, ya que el aumento de las tasas de violencia con armas de fuego podría sobrecargar la infraestructura de atención médica que estaba sobrecargada debido a una afluencia sin precedentes de pacientes con COVID-19.
The Conversation está conformado por un equipo de científicos y médicos con experiencia en atención médica preventiva y modelado de enfermedades de interés para la salud pública.
La pandemia se ha asociado con angustia psicológica debido al aumento del aislamiento, el aumento de las tasas de violencia doméstica, la interrupción de las redes sociales y el desempleo. Pero se necesita mucha más investigación para obtener una imagen clara de cómo todas estas variables pueden haber contribuido a la violencia armada en general.
Para el estudio se utilizó base de datos de eventos de violencia armada disponible públicamente y se dividieron esos eventos por la cantidad de personas que viven en cada estado.
También se agregaron otros factores como la edad, la raza y el origen étnico, y registramos el estado de las órdenes de permanencia en el hogar de cada estado y el número de casos de COVID-19.
The Conversation descubrió que las tasas de violencia con armas de fuego aumentaron sustancialmente en 28 estados, o el 56% de todos los estados, dispersos por todo Estados Unidos, sin un patrón claro.
RFH