Virus infecta al medio rural estadounidense

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Un nuevo análisis realizado por el demógrafo de la Brookings Institution William Frey muestra que dos tercios de los estadounidenses viven en condados con una alta prevalencia de propagación del coronavirus, donde se han diagnosticado más de 100 casos por cada 100 mil residentes.

El análisis ilustra la propagación del virus desde los primeros epicentros en grandes ciudades como Nueva York y Seattle a las áreas menos pobladas.

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Más de 40 por ciento de la población en 39 estados vive en condados con alta prevalencia del Covid-19, como Arizona, Nebraska, Oklahoma y Dakota del Sur; asimismo, más de 45 por ciento de condados que recientemente reportan alta prevalencia se encuentran en estados occidentales, y 38 por ciento en el sur.

Arizona comenzó a permitir, desde la semana pasada, que las tiendas minoristas reabran. Los restaurantes ya atienden para el servicio de cena desde ayer, aunque la orden de permanencia sigue parcialmente vigente hasta el viernes.

El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt (republicano), permitió que las primeras empresas abrieran el 24 de abril, y los restaurantes, cines y gimnasios volvieron desde el 1 de mayo.

Ni Nebraska ni Dakota del Sur emitieron órdenes de quedarse en casa, pero el primero permitió ventas minoristas y de restaurantes a partir del 4 de mayo.

Sólo 2.3 por ciento de los nuevos condados de alta prevalencia se encuentran en el noreste (donde está Nueva York), pero a fines de marzo, 83 por ciento de los condados de alta prevalencia se encontraban en esa región.

La propagación del coronavirus en áreas más pequeñas ha sido una preocupación de los epidemiólogos que rastrean la pandemia. Si bien las grandes ciudades como Nueva York, Boston y Seattle han aumentado la capacidad de los hospitales para reforzar sus sistemas de salud, las áreas rurales no tienen esa fuerza, lo que genera preocupaciones de que puedan verse abrumados por una inundación de nuevos pacientes.

Texas ha visto un aumento en los casos, desde los suburbios de Houston hasta el condado de El Paso, en la frontera con México. El estado más grande de EU ha reportado más de mil nuevos casos de coronavirus en cada uno de los últimos tres días, cuando el estado comienza a relajar más las restricciones.

Carolina del Norte ha experimentado una importante propagación a través de condados suburbanos. Incluso en California, donde las órdenes de cierre siguen, el virus se expande a nuevas áreas. El Covid-19 se extiende ampliamente en grandes áreas metropolitanas, como San Diego y Oakland, pero también en regiones rurales, como San Bernardino y Kern.

Pero el presidente Donald Trump insiste no sólo en minimizar sino en desmentir los estudios científicos que ven una realidad adversa. Ayer afirmó que los “números de coronavirus” disminuyen en casi todo el país, una declaración que simplifica demasiado las tendencias en el total diario de casos y muertes.

“Los números de coronavirus se ven MUCHO mejor, disminuyendo en casi todos los estados. ¡Se han hecho grandes progresos!”, escribió en un tuit.

Pero la cifra general de fallecimientos rebasó la línea de los 80 mil. El promedio diario de muertes totales disminuyó ligeramente desde que alcanzó su punto máximo a mediados de abril, pero esa cifra aún crece si se excluye a Nueva York.

Hubo mil 579 muertes nuevas por día en promedio la semana pasada, en comparación con mil 776 muertes diarias, cuando alcanzó su punto máximo el 12 de abril. Sin embargo, sin Nueva York, hubo un promedio de mil 312 muertes diarias nuevas la semana pasada y 917 la semana previa al 12 de abril.

Presidente ataca a reportera de origen chino

El mandatario estadounidense terminó de tajo una conferencia de prensa sobre el coronavirus, ayer, en la Casa Blanca, tras tensos intercambios con una reportera de origen chino.

Después de promocionar sus esfuerzos para ampliar las pruebas de Covid-19, la periodista Weijia Jiang, de CBS, preguntó a Trump, quien comparó la capacidad de detección de EU con las de otros países, por qué las estadísticas que rodean al virus son una competencia para él.

“Tal vez ésa sea una pregunta que deberías hacerle a China. No me preguntes a mí. Pregúntale a China, ¿de acuerdo?”, repondió.

“¿Por qué me dice eso específicamente a mí?”, preguntó Jiang.

“Se lo digo a cualquiera que haga una pregunta desagradable”, dijo Trump, antes de darse la vuelta, para plantar a la prensa, que se volcó en defensa de su colega.

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