En una votación histórica, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó llevar a juicio político al secretario de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, en un duro golpe al Gobierno de Joe Biden, pues es el primer miembro del gabinete al que tratan de destituir en 150 años.
A una semana de fracasar, los republicanos consiguieron los votos necesarios (214 contra 213) para destituir al culpable de la fallida contención migratoria.
Y es que según declaraciones del líder del recinto, Mike Johnson, el encargado de la estrategia en la materia es incapaz de hacer cumplir la ley al rechazar medidas estrictas. Incluso sostuvo sin pruebas que él empeoró la crisis en referencia al peor récord de irrupciones en los límites con México al superar 300 mil arrestos en el último mes del 2023, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Aunque dicha incidencia bajó hasta 40 por ciento un mes después, al pasar de 301 mil a 176 mil, los congresistas persistieron en su acción contra Mayorkas para enviar un mensaje claro: no permitirán que su frontera colapse con una política de fronteras abiertas, tema que confían en revertir si el magnate Donald Trump gana y vuelve a la Casa Blanca.
No obstante, integrantes de esa bancada no se sumaron a la “reprimenda histórica”, según Associated Press al admitir que se trató más de un desacuerdo político que cargos contra Mayorkas.
En tanto, el presidente y el DHS lo defendieron al sostener que dichos actos no tienen legitimidad. El mandatario reprochó el “descarado acto partidista”, al advertir que la historia les cobrará tal acción, mientras que la vocera de ese sector, Mia Ehrenberg, recalcó que los republicanos no encontraron “graves delitos o faltas” para acusarlo, pero aún así procedieron para el impeachment.
Pese al esfuerzo de los aliados de Trump es improbable que la destitución prospere, pues el Senado, donde tienen mayoría los demócratas, no permitirá la salida del funcionario con más de dos décadas de trayectoria por la puerta de atrás, al resaltar su labor previo a una votación que podría darse a finales de mes.
No obstante, ello no quita el golpe a la administración de Joe Biden por su cuestionada reacción ante flujos que no paran y llamados a aumentar la contención al nivel de Texas, que ya lo hace por su cuenta; ello recuerda que este tema llevó al Gobierno a un riesgo de cierre por el reclamo de los conservadores a inyectar muchos más recursos a la frontera que a Ucrania, aliado que libra una guerra tras la invasión rusa.
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