Operador de presa dijo que reservas no eran suficientes

Zaporiyia no está en riesgo, refuta la OIEA

La instancia de la ONU informa que central nuclear sigue bombeando agua de enfriamiento desde Nova Kajovka; fuerzas rusas bombardean sur de Ucrania inundado tras el colapso

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, visita el área inundada tras el quiebre de la presa de Nova Kajovka, ayer en Jerson.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, visita el área inundada tras el quiebre de la presa de Nova Kajovka, ayer en Jerson.Foto: Reuters
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Luego de que el administrador de la presa de Nova Kajovka, la empresa estatal Ukrhydroenergo, diera a conocer que las reservas de agua ya no son suficientes para enfriar los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) refutó ayer estas declaraciones.

A través de un comunicado, la instancia de las Naciones Unidas dio a conocer que la central nuclear sigue bombeando agua de enfriamiento desde el embalse de Kajovka. Además, explicó que, tras una evaluación previa, se comprobó que la operación de bombeo de agua “debía poder continuar, aunque el nivel bajase de los 12.7 metros”.

“Hasta ahora, los resultados indican que es probable que el bombeo pueda seguir funcionando, aunque el nivel descienda a unos 11 metros o posiblemente menos”, detalló.

El director del organismo, Rafael Grossi, declaró que “en estas circunstancias difíciles y desafiantes, esto proporciona algo más de tiempo antes de cambiar posiblemente a suministros de agua alternativos”.

Grossi abundó que dichas opciones, que contemplan una piscina de refrigeración junto a la central, pueden proporcionar el agua de refrigeración necesaria “durante varios meses”. Sin embargo, matizó diciendo que la situación general de seguridad nuclear todavía es muy precaria y potencialmente peligrosa.

Horas antes, el jefe de Ukrhydroenergo, Igor Syrota, había dado a conocer que las reservas de agua de Nova Kajovka, que colapsó el martes pasado, ya no son suficientes para enfriar los reactores de la central nuclear de Zaporiyia.

El funcionario declaró en televisión que los niveles del agua estaban por debajo del umbral crítico de 12.7 metros, por lo que ya no era capaz de alimentar “las piscinas de la central nuclear de Zaporiyia” para las operaciones de enfriamiento.

La represa se sitúa sobre el río Dnieper y forma un embalse que suministra el agua de refrigeración a la planta nuclear, a unos 150 kilómetros río arriba.

A tres días del derrumbe, la vicegobernadora de Jersón, Tatiana Kuzmich, informó que el número de personas hospitalizadas después del percance llegó a 60, en su mayoría personas con movilidad reducida. Además, confirmó el deceso de cinco personas.

Mientras tanto, las fuerzas rusas bombardearon el sur de Ucrania inundado por el colapso, de acuerdo con funcionarios de Kiev, lo que obligó a suspender algunos esfuerzos de rescate horas después de que el presidente Volodimir Zelenski fuera al área para evaluar los daños.

En la ciudad de Jerson, los bombardeos rusos resonaron no muy lejos de una plaza donde los equipos de emergencia y los voluntarios dispensaban ayuda. Nueve personas resultaron heridas, incluidos dos trabajadores de emergencia, un policía, un médico y un voluntario de Alemania.

El presidente Zelenski había visitado un punto de distribución de ayuda y un centro médico en Jerson, ordenando a los funcionarios que proporcionen una “valoración justa” de la devastación para compensar a los residentes, dijo su oficina en una actualización.