Urge a aliados aplicar más sanciones a Rusia

Zelenski acusa “terror nuclear” en Zaporiyia

Autoridades de Ucrania cuestionan al organismo internacional que monitorea la zona; reiteran advertencia por riesgo de fuga en la principal central del país invadido y Europa

Militar ruso vigila las inmediaciones de la mayor central nuclear, ayer.
Militar ruso vigila las inmediaciones de la mayor central nuclear, ayer. Foto: Reuters

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, demandó nuevas sanciones contra el régimen de Vladimir Putin en respuesta a la estrategia rusa de “terror nuclear” contra la planta de Zaporiyia.

Ante ataques invasores por segundo día consecutivo contra la central, que reportan “fuera de control”, urgió a aplicar nuevas restricciones, pues el Kremlin no respeta ni a organizaciones internacionales, en referencia a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que desde la semana pasada elevó las alertas por el riesgo de fuga en las instalaciones.

Y es que tras bombardeos dentro o cerca de la mayor planta nuclear en Europa, se reveló que las tropas rusas dañaron al menos tres sensores de radiación, entre ellos una línea de alto voltaje.

Por ello, autoridades de seguridad reiteraron las advertencias al sostener que, ante los bloqueos para que especialistas ingresen a verificar las condiciones de la planta, es posible que no se pueda contener un problema por la falta de equipo, detonando un desastre en la zona que el ejército ocupante se apoderó desde marzo pasado.

Asimismo, fuerzas defensoras denunciaron que en la nueva embestida contra la central un trabajador resultó herido, lo que merma la respuesta de quienes están capacitados para atender una escalada.

Además, el gobierno de Zelenski urgió a sus aliados a aplicar nuevas acciones para detener esta embestida, pues el reciente ataque muestra que las instalaciones están más volátiles y el riesgo de fuga de radiación es alarmante.

Al igual que la AIEA indicó que los ataques representan una amenaza a la salud pública y al medio ambiente, a sólo unos días de que el organismo dependiente de las Naciones Unidas recalcara el llamado a permitir una inspección, hecho ante el que soldados rusos respondieron con un bombardeo en la ciudad frente a la central, pues a Nikopol y Zaporiyia sólo los separa un río, también en peligro de contaminación.

En medio de estas dudas, el gobernador de la zona, Oleksandr Starukh, dijo que, pese al riesgo reciente, los niveles de radiación se mantienen en los márgenes previstos. Explicó que aunque no pueden ingresar se toman mediciones a distancia en Energodar.

Y hasta se lanzó contra organizaciones internacionales, pues dijo que, pese a tener más autoridad, no han hecho valer ésta para cumplir con la vigilancia y así evitar un riesgo nuclear, en referencia a la central de Chernobyl.

En tanto, la administración de Zelenski vigila la salida de nuevos buques con cereales, para evitar que el invasor obstaculice estos alimentos o intente apoderarse de los mismos, luego de que hace semanas acusaran a las fuerzas de Putin de robar granos.

En la última semana han salido de puertos ucranianos hasta cuatro embarcaciones, con 170 mil toneladas de maíz y otros cereales, con miras a aliviar la escasez detonada por la guerra desde febrero pasado, pues seguían almacenadas a la espera de que los soldados levantaran las restricciones en el mar Negro.

Pero también concentran labores de vigilancia y reubicación en varios puntos del Donbás, pues a varias semanas de haber perdido terreno en la región separatista buscan hacerse de a poco de varias ciudades para evitar que los ocupantes se afiancen en la región que limita con territorio ruso.

Además, siguen apretando las investigaciones para condenar a prisioneros rusos por múltiples delitos contra ucranianos, lo que ha enfrentado a Zelenski con Amnistía Internacional, pues el mandatario recriminó al organismo ser indulgente con los invasores, ante lo que el sector lamentó que su más reciente informe sobre la guerra levantara polémica en la nación afectada.

El grupo defensor de los derechos humanos explicó que su publicación en torno a “tácticas de combate del ejército ucraniano” no pretendía molestar al gobierno invadido, pero en Kiev se tomó esta información como una crítica a sus fuerzas, cuando afirman que son los rusos los que han tratado de exterminar a su población desde finales de febrero pasado.