El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, recorrió las calles de Bucha un día después de exigir nuevas sanciones contra Rusia por el genocidio de cientos de civiles en la ciudad cercana a Kiev.
Vestido con un chaleco antibalas, el mandatario visitó la región devastada y dialogó con residentes y periodistas a quienes llamó a aportar pruebas en torno a las múltiples atrocidades cometidas por el ejército ruso para llevar al gobierno invasor a instancias internacionales.
“Tenemos que mostrar al mundo lo que ha ocurrido aquí, lo que han hecho las fuerzas rusas”, aseveró en torno a los casos de tortura, fusilamiento y violación de mujeres, que recalcó serán recordados como genocidio y crímenes de guerra, mientras sigue al alza el reclamo de naciones y organismos, entre ellos Naciones Unidas, para investigar las masacres de las que circulan decenas de fotos sobre la tragedia.
Agregó que durante casi un mes ni su ejército ni su gobierno pudo ingresar a la zona y tras el retiro de las tropas enemigas han descubierto la masacre ocasionada por Rusia.
Al respecto, la Unión Europea (UE) señaló que abrirá su propia investigación para ayudar al gobierno de Ucrania a recabar evidencia en torno a las crímenes cometidos contra hombres, mujeres y niños en Bucha, pues según imágenes de agencia varios de los ejecutados presuntamente por fuerzas invasoras tenían las manos atadas lo que ven como ejecuciones. Incluso, el bloque de 27 naciones adelantó que Europol está listo para coadyuvar en la materia.
En torno a estas masacres, la Inteligencia militar ucraniana centró sus labores en la identificación de los soldados rusos que incursionaron en Bucha, en su mayoría integrantes de la 64 Brigada Independiente Motorizada.
drg