Ucrania parece sumar apoyo, pese a la neutralidad de la guerra, pues el presidente Volodimir Zelenski dará un mensaje en México, uno de los países que ha evitado criticar al invasor Vladimir Putin, y Corea del Sur se dice lista para cambiar su estrategia, mientras la región recibe equipo militar avanzado de Occidente.
A dos semanas de que la embajadora ucraniana, Oksana Dramaretska, criticara la falta de postura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador sobre el conflicto, hecho que le ganó elogios de Rusia por mantenerse al margen, Reuters adelantó que hoy al mediodía el defensor tendrá un enlace con diputados por invitación del Grupo de Amistad México-Ucrania, creado dos años antes de la guerra.
Sin embargo, ni el gobierno ni la representación diplomática corroboraron la información que desvela que el líder busca cambiar la postura de AMLO.
Y es que, aunque México respaldó resoluciones contra el régimen ruso como con las anexiones irregulares, no ha condenado al Estado que Kiev tachó de terrorista. Por lo que éste demandaría ante la Cámara baja acciones contra el culpable de múltiples crímenes de guerra, documentados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Corte Penal Internacional (CPI).
De confirmarse el acercamiento, Zelenski activa un plan para romper con la neutralidad de más países, principalmente aliados rusos, pues desde que éste los invadió ha ofrecido fuerte mensajes en Parlamentos presencialmente, como en Estados Unidos, o virtualmente, para exigir sanciones contra ese régimen.
Este mensaje ocurrirá luego del choque de Ucrania y Estados Unidos con Brasil, pues el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva reviró en su declaración, pues tras repetir la llamada “propaganda rusa”, terminó condenando al régimen tras visitar a China, en donde promovió la mediación de naciones neutrales, como recientemente lo impulsó Beijing.
Además ese hecho coincide con un respaldo de Asia, pues el líder coreano, Yoon Suk Yeol, admitió en entrevista con Reuters que cambiaría el apoyo humanitario por armas para los defensores si ocurriera una situación intolerable contra la nación “invadida ilegalmente”.
La región que está en constantes choques con aliados rusos, como Norcorea, admitió por primera vez la posibilidad de enviar equipo militar a las tropas de Zelenski si se intensifican las tensiones.
El cambio se daría sólo si hay “ataques a gran escala contra civiles, una masacre o una violación grave”, explicó al apuntar que no podría mantenerse al margen como hasta ahora si esto pasa, sin mencionar los crímenes denunciados por Kiev como ejecuciones, deportaciones forzadas y tortura, incluso contra niños.
De inmediato Moscú amenazó a Seúl. El vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvedev, cuestionó qué opinaría la población coreana “cuando vean armas rusas en territorio de su vecino”, al alardear que en medio del conflicto pueden enviar equipo militar a Norcorea, como amagó hace semanas al asegurar que trasladaría armas nucleares a Bielorrusia, abierto aliado del Kremlin, y acusó que el rival intenta arrastrar a más regiones a la guerra.
En tanto, las fuerzas de Zelenski reforzarán su contraofensiva contra el enemigo gracias a sus aliados. De manera coincidente, Estados Unidos, Alemania y Países Bajos enviaron ayer a Kiev los prometidos sistemas Patriot y misiles luego de entrenar a fuerzas locales en sus regiones, según revelaciones del primer viceministro de Defensa, Oleksandr Pavliuk, quien resaltó dicha protección.
Por separado, el líder del ejército, Oleksi Reznikov, apuntó que con estas acciones “hoy nuestro cielo se vuelve más seguro”, pues ésta era de las mayores exigencias a sus aliados al igual que el envío de cazas de combate.
Con el nuevo impulso, mandos dijeron que aliviarán la presión en puntos críticos como Bajmut, pues temen la caída de la zona a unos kilómetros de Avdivka, donde estuvo Zelenski para alentar a los suyos y ayer visitó a soldados que vigilan las fronteras en Polonia y Bielorrusia.
El mandatario puntualizó que sus unidades alistan un desarrollo gradual, sin adelantar los siguientes pasos en contraataque, mientras que la viceministra de las Fuerzas Armadas, Hanna Maliar, precisó que los aliados no dirigen sus acciones sino que refuerzan su ruta, pues aseveró que no pueden esperar a que Occidente les haga llegar armas para emprender sus estrategias, sólo las ajustan su plan al saberse respaldados.
Ese mismo día Washington adelantó un nuevo paquete económico por hasta 325 millones de dólares, que incluye equipo antiblindaje ante los intensos combates en las regiones anexadas, mismas que esta semana visitó Putin en un alarde de las posiciones, pese a que aún no están aseguradas.
En tanto, otros gobiernos llamaron al mundo a estar alerta, pues sospechan que el Kremlin planea sabotajes marítimos. Fuentes de Inteligencia globales revelaron que en los últimos días el invasor desplegó embarcaciones en el mar Negro y en aguas nórdicas para labores de vigilancia y contrainteligencia, pero no descartan que realice agresiones en presunta represalia por el daño a sus gasoductos Nord Stream 1 y 2.