Para preservar su histórica tradición, el restaurante Taurino El Taquito, abierto hace 107 años en el corazón de la Ciudad de México, se trasladó hasta la colonia San José Insurgentes, a unas calles del metro Barranca del Muerto, donde reabrió sus puertas este miércoles para seguir brindando a nuevas y viejas generaciones sus delicias y dar un espacio cálido donde sentirse en familia.
Marcos Guillén contó a La Razón que Taurino El Taquito es más que un restaurante de comida mexicana, es parte de la historia del país y un símbolo cultural que comenzó debido a la popularidad de las carnitas que su abuelo Don Marcos Guillén González cocinaba; “él tenía una recaudería, vendían frutas y verduras, pero a él le gustaba mucho a hacer carnitas y hubo un momento en que la gente se acercaba mucho a comer taquitos; mi abuela empezó a ver que tenía mucho éxito mi abuelo vendiendo carnitas y entonces desde ahí empezó todo”.
Por su hospitalidad, dijo, el restaurante se hizo muy emblemático y en sus días de esplendor, presidentes, toreros y grandes celebridades visitaron el lugar, como Marilyn Monroe, María Félix, Pedro Infante, Mario Moreno Cantinflas y hasta el Príncipe de Inglaterra Carlos III, ya que venir a nuestro país y no comer en el restaurante era como si no hubieras conocido realmente México.
“Ha sido visitado por mucha gente muy importante con grandes personalidades y entre ellas tuvimos el honor y el gusto de ser visitado por el príncipe Carlos de Inglaterra, me tocó personalmente atenderlo, para mí es un orgullo muy importante haber atendido a un príncipe que ahora ya es un rey y así como el Papa cuando vino a México, la primera vez le llevamos la comida a servir a la Basílica de Guadalupe y a 350 cardenales”, mencionó Marcos Guillén
No obstante, explicó que la historia y memorias de este legendario restaurante se estaban perdiendo entre el mar de comerciantes informales y las bodegas de artículos chinos que inundan las calles de la colonia el Carmen, lugar que en 1917 vio nacer a el restaurante taurino El Taquito y ahora es difícil recorrer por todo el ambulantaje que hay.
Recuerdo que un domingo en la mesa 13 del restaurante estaba el boxeador La Chiquita González, me saludó como si me conociera de años. Me dijo ‘conocí a tu abuelo, él me atendía personalmente y ahora me estás atendiendo tú’, fue muy bonito, me mostró la foto de ellos junto con Julio CesarRafael Guillén<br>Nieto de los fundadores
Dejar atrás aquel sitio fue doloroso para la familia Guillén, ya que en él se quedaron muchos recuerdos; sin embargo era necesario hacerlo para mantener su legado y es que Taurino El Taquito más allá de ser un negocio familiar que ha trascendido cuatro generaciones, también es un segundo hogar para Rafael y Carla Guillén, quienes ahora seguirán con la tradición, que empezó su abuelo y abuela Don Marcos y Doña Conchita Rioja, en la nueva sede.
“Sentí que la tradición se nos fue, sentí horrible ver las paredes, cómo íbamos quitando cuadros y fotos, pero a la vez también era una emoción de que esto era para revivirlo, porque al final el día El Carmen en donde estaba El Taquito era una zona muy complicada, ya llena de ambulantes… ha sido difícil, pero hasta nos trajimos las paredes originales, todos los mosaicos que ahora decoran el lugar son de allá de El Carmen y tratamos de traernos todo lo más que pudimos para que siga la esencia de lo que es El Taquito”, comentó Carla a este diario.
Por su parte, Rafael Guillén explicó que parte de la esencia de El Taquito ha sido que la gente cuando entra se siente como en casa y afirmó que esperan que con este nuevo inicio, las nuevas generaciones, influencers, youtubers, “toda esa nueva camada de artistas vengan a conocerlo y aquí lo vamos a recibir con mucho gusto y vamos a seguir con la tradición de pegar sus fotos también”.
