La perspectiva de la calificación soberana de México podría sufrir un recorte si la negociación para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fracasa o si son revertidos algunos de los beneficios que trajo la Reforma Energética para las finanzas públicas del país, dijo James McCormack, analista en jefe de soberanos con la agencia Fitch Ratings, en entrevista con Reuters.
Actualmente la nota crediticia soberana de México es ‘BBB+’, o el octavo puesto en la escala de grado de inversión de la calificadora, con perspectiva estable.
Por lo que México, alertó, estaría en la mira, sólo en caso de que se cumpla la amenaza de que el TLC desaparezca. El nuevo gobierno mexicano también podría revertir las reformas al sector de energía que han apoyado las finanzas de la segunda mayor economía latinoamericana.
¿Estos factores podrían cambiar el panorama de México a “negativo” en sí mismos? “Potencialmente sí”, dijo McCormack. “Depende de la magnitud de los cambios y de lo que el gobierno haga”.
Una salida del TLC, en tanto, ciertamente sería perjudicial. Un ejemplo que citó McCormack es que el 9.0 por ciento de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se realiza en camiones “ligeros”. Sin el acuerdo comercial, los aranceles sobre estos productos alcanzarían alrededor del 25 por ciento.
Por lo pronto las negociaciones del TLCAN se reanudan la próxima semana en Washington y en México.
Industria de autos, en peligro por EU
El Embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, representó al país en las audiencias del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (USDOC, por sus siglas en inglés), en torno a los aranceles a las importaciones automotrices y reiteró que pondría en peligro la seguridad económica de la propia industria en Estados Unidos.
“la imposición arbitraria de aranceles bajo el pretexto de seguridad nacional impactaría negativamente las cadenas de suministro, socavaría la base manufacturera y bajaría la competitividad de los productores estadounidenses tanto en el mercado doméstico como internacional”, dijo.
Refirió que las cadenas de suministro en América del Norte fortalecen la base manufacturera de Estados Unidos y contribuyen a la competitividad de los productores estadounidenses con respecto a los asiáticos y europeos.