En los últimos años se han multiplicado empresas como Uber, Airbnb o Cabify que forman parte de la economía de nuevos encargos o economía colaborativa, en donde las relaciones laborales ya no implican una vinculación obrero patronal.
Es decir, en su lugar se implementan "sociedades", y a pesar de que, en teoría ya no hay una relación que implique derechos y obligaciones, sigue existiendo una subordinación laboral que pone en desventaja a los trabajadores, aumenta la precariedad y multiplica las ganancias de las empresas.
La economía colaborativa, es un sistema en el que se comparten e intercambian bienes y servicios (muchas veces entre privados) a través de plataformas digitales. México ocupa el segundo lugar en América Latina dentro de la economía colaborativa, sólo después de Brasil, en donde en el sector de transporte ha sido el que más ha crecido alcanzado un nivel de penetración del 45%.
"Se conjuntaron dos cosas: el desarrollo de la tecnología y una cultura organizacional que lo que hace es ponerle un velo a las relaciones laborales y las oculta para no garantizar derechos, no hay una base de salario mínima, no hay pago de horas extras, no hay un mínimo de seguridad social para quienes trabajan en este modelo", indicó Miguel Reyes, director del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana.
... Y sancionan a Uber, Easy Taxi y Cabify
En este sentido el desarrollo tecnológico y la innovación han incentivado el crecimiento de empresas que funcionan a través de aplicaciones, tal es el caso de Uber, Easy Taxi y Cabify, empresas que la semana pasada fueron sancionadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por 6.4 millones pesos por utilizar cláusulas abusivas y publicidad engañosa, informó la dependencia en un comunicado.
La sanción para estas empresas asciende a 3.9 mdp en el caso de Uber, mientras que Easy tendrá que pagar 1.8 mdp y Cabify, 700 mil pesos.
Profeco explicó que las multas son resultado de prestaciones desproporcionadas, inequitativas y abusivas en perjuicio de los consumidores; además de la publicidad engañosa que ofrece un “servicio seguro” de transporte, misma que contraviene sus términos donde establecen condiciones que los deslindan de cualquier responsabilidad legal.
Bajo esta modalidad se expandieron en los servicios
Debido al gran éxito obtenido este tipo de empresas, expandieron su negocio hacia otras áreas invadiendo otros sectores, por ejemplo el de envío de comida, limpieza, encargos que se anuncian atractivamente bajo eslóganes como: gana dinero realizando tareas sencillas, sé tu propio jefe, controla tus tiempos, entre otros.
Al final les permiten tener un ingreso, pero si las personas aceptan este tipo de empleos es o para tener otro ingreso o porque no encuentran otro trabajo mejor.
Los antecedentes
Uber, llegó a México en el 2013 y en 2016 incursionó en el reparto de comidas con el servicio de reparto de alimentos UberEats, esta empresa ha estado involucrada en varias polémicas tarifarias, de inseguridad para sus usuarios, así como con las condiciones con las que laboran sus asociados.
Mientras que Airbnb ha causado polémica por la ausencia del pago de impuestos, de acuerdo con un estudio elaborado por la Universidad Anáhuac. Tan solo en México suma 5 mil millones de pesos anuales por el concepto de evasión del Impuesto sobre la Renta (ISR).
De acuerdo con las empresas que forman parte de la economía de nuevos encargos su responsabilidad se suscribe a ofrecer la mejor aplicación posible, deslindándose así de responsabilidades tanto de los usuarios (prestadores de servicios) como de los consumidores.
ntb