La propuesta del Gobierno federal de recomprar bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) arroja un balance mixto en el que sólo se aliviarían algunos riesgos a corto plazo, coincidieron las calificadoras Moody’s y Fitch Ratings.
Para Fitch Ratings, si tiene éxito el proceso de recompra de bonos, mediante la subasta holandesa a través del fideicomiso (MEXCAT), aliviaría algunos riesgos a corto plazo, ya que evitaría que los tenedores de bonos activen un evento de incumplimiento y aceleración del vencimiento de deuda.
Sin embargo, ve que la incertidumbre con respecto a los problemas de crédito clave probablemente evitará una acción de calificación positiva en un periodo cercano, es decir, una evaluación más baja de algunas agencias de calificación clave podría llevar a una reducción de las calificaciones, a pesar de una mejora en los indicadores de apalancamiento.
La alta demanda de tráfico aéreo entre la Ciudad de México y los principales destinos mundiales,incluso con instalaciones aeroportuarias restringidas y deficientes apoya el estimado de la calificadora.
La calificadora Fitch mencionó su preocupación por lo que consideró la falta de una estrategia comercial viable de mediano a largo plazo por parte del nuevo gobierno. y consideró la necesidad de mayor infraestructura aérea de la ciudad, ya que es la principal puerta de entrada al país.
Además, la posibilidad de abordar estas necesidades a través de un sistema aeroportuario en oposición a un solo aeropuerto genera incertidumbre con respecto a la reacción de las aerolíneas.
Por su parte, Moody’s dijo que las tasas de penalización y otros costos asociados con la cancelación del aeropuerto afectará el presupuesto del gobierno, reduciendo su capacidad para patrocinar nuevos proyectos de infraestructura en 2019.
No obstante, sostuvo no está en peligro ni en juego el grado de inversión de México, el cual permanecerá en A3 Estable, pues el nuevo gobierno se beneficiará del legado de fortaleza fiscal de la anterior administración, lo cual le deja una suerte de “colchón crediticio” en el corto plazo.
El analista para México de Moody’s, Jaime Reusche, dijo que este “colchón crediticio” le da tiempo suficiente a la calificadora internacional de observar cómo se seguirá comportando el gobierno federal actual en cuanto al manejo de las políticas públicas y macrofiscal del país.
Para Moody’s, la cancelación del aeropuerto de Texcoco probablemente afectará a los inversores en el apetito para futuros proyectos. Su observación parte de que la decisión también plantea interrogantes sobre la dirección de la política del nuevo gobierno en medio de la preocupación sobre la alternativa aeroportuaria, ya que la capacidad del actual aeropuerto de la Ciudad de México y la reutilización del aeropuerto militar de Santa Lucía pueden no proporcionar suficiente salida al crecimiento del tráfico aéreo.
Por ello, para 2019 espera un sentimiento adverso del mercado financiero a persistencia, lo que se reflejará en un escepticismo por parte de los inversores acerca de la capacidad de las autoridades para cumplir las promesas en materia de inversión y responsabilidad fiscal.
Moody’s refiere que, aunque el gobierno federal arranca el sexenio con un punto de partida bastante sólido en materia de cuentas fiscales, la cancelación del NAIM generó un daño que ya está hecho, y recuperar la confianza no es fácil en ningún caso, por lo que restaurar la de los mercados es uno de los grandes retos.
Peso resiente subasta de papeles
Ayer, el peso mexicano fue la cuarta moneda con el peor desempeño dentro de las más negociadas a nivel global. Los catalizadores de este desempeño fueron los temores por una pérdida de dinamismo en la economía estadounidense y la incertidumbre generada por la espera de los resultados de la recompra de los bonos del NAIM.
El dólar interbancario cerró este martes en 20.507 unidades, con base en datos publicados por el Banco de México. En el día, el peso retrocedió 20.15 centavos, semejante a 0.99 por ciento. En ventanilla bancaria, el billete verde se vende en 20.80 unidades, cifra mayor a las 20.65 unidades reportadas el lunes como cierre por Citibanamex.
El peso mexicano cerró la sesión con una depreciación de 0.74% o 15.1 centavos, cotizando alrededor de 20.51 pesos por dólar. La depreciación del peso se debe en parte a que persiste la incertidumbre, al mismo tiempo que el mercado espera la publicación del PEF 2019.
