Las emisiones de alto rendimiento de América Latina se encuentran en el nivel más bajo desde 2011, ya que 16 emisores vendieron 11 mil 400 millones de dólares en deuda en 2018, una cifra inferior a los 24 emisores y los 27 mil 200 millones de dólares emitidos en 2017. Una menor cantidad de emisiones por parte de Petrobras, contribuyeron a reducir los volúmenes de emisión en 2018.
De acuerdo con la agencia calificadora Moody’s, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, los riesgos para el comercio mundial, las incertidumbres políticas y asuntos específicos de cada país en la región han limitado el apetito de los inversores por bonos de alto rendimiento de América Latina, en el segundo semestre de 2018, por lo que las emisiones de alto rendimiento, en el primer trimestre de 2019, dependerá de la reacción del mercado ante las políticas llevadas a cabo por las nuevas administraciones de Brasil y México.
Según el análisis, el universo de alto rendimiento incluye 98 empresas en América Latina con 101 mil millones de dólares en deuda nominal pendiente, ya que datos al 31 de diciembre de 2018 de la calificadora, destacan que la mayoría de las corporaciones de alto rendimiento están domiciliadas en Brasil (37 por ciento), Argentina (17 por ciento), México (12 por ciento) y Perú (10 por ciento).
En cuanto a nuestro país, el panorama es positivo, con un aumento del mercado financiero y del tipo de cambio, por lo que la volatilidad se contrarrestó con el crecimiento económico de 2.1 por ciento y la disminución de los índices de deuda pública, lo cual podría elevar el apetito de los inversionistas.
No obstante, la calificadora ve riesgos en el Presupuesto 2019, que se mantendrá en el lugar a lo largo de esta administración, aumenta el riesgo de que Pemex y CFE se conviertan en un drenaje recurrente de los fondos federales o recursos del gobierno, lo que podría socavar el perfil crediticio del soberano a mediano plazo.
Según la agencia de calificación, la razón de bajas a alzas de calificación de la región se mantuvo bajo en 2018, y las acciones de calificación reflejaron desarrollos específicos de los emisores, en lugar de acciones de calificación relacionadas con cambios de calificación a nivel soberano.
A fines del cuarto trimestre de 2018, el 87 por ciento de las empresas de alto rendimiento tenían una perspectiva estable y no había perspectivas positivas o negativas, relacionadas con aquellas a nivel soberano en la región.
Los mercados de bonos de alto rendimiento de América Latina absorberán poco más de 3 mil millones de dólares en próximos vencimientos, hasta fines de 2019, ninguno de los cuales tiene calificación menor. De cara hacia el futuro, el riesgo de refinanciamiento aumentará en 2020, con la mayor parte de los vencimientos de deuda por 10 mil millones de dólares, con una calidad crediticia débil.
En cuanto a las compañías que gozan de buena calificación y que podrían realizar emisiones este año, destacan Nemak (Ba1 estable), Rassini(Ba2 estable), Grupo Posadas (B2 positivo), Elementia (Ba2 positivo) y Javer (B1 positivo); mientras que en Brasil, Gerdau (Ba1 positivo) y Minerva (B1 positivo); en Perú, Buenaventura (B2 positivo); y en Paraguay, Telefónica Celular del Paraguay.
El Dato: analistas prevén que la calidad crediticia en 2020 será débil si no aumenta el refinanciamiento de deuda por país.