Incluso con indicios de que será un año de menor crecimiento a nivel global, BBVA Bancomer se encuentra en su mejor momento al registrar crecimientos importantes durante 2018 y cumplir con la ejecución de su estrategia digital y de inclusión financiera.
Con la claridad de que el grupo le apostará a satisfacer las necesidades de sus clientes para este 2019, Eduardo Osuna, vicepresidente y director general de BBVA Bancomer, aseguró que tiene bien trazado un ambicioso plan de impulsar el financiamiento a las actividades productivas, a las familias mexicanas y fomentar el ahorro, por lo cual alcanzar un crecimiento de doble dígito no suena descabellado.
En entrevista con La Razón, el directivo aseguró que lo anterior será posible poniendo al alcance de sus clientes las oportunidades que ofrece la innovación y la era digital. En cuanto al nuevo Gobierno, Osuna Osuna dijo que apoyarán todas aquellas medidas que vayan en el sentido correcto; mientras tanto, seguirán con las inversiones en México, la cifra: mil 500 millones de dólares extras a los 3 mil 500 que ejecutó entre 2013 y 2017.
¿Cuál es la perspectiva de crecimiento de BBVA Bancomer para este año? Tenemos objetivos ambiciosos, impulsando el financiamiento a las actividades productivas, a las familias y fomentando el ahorro, estimamos mantener crecimientos de doble dígito en los principales indicadores. Además, seguiremos con el impulso a la transformación de la banca, maximizando los beneficios de la tecnología; nuestro propósito es poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era; justamente es el tema de este año de la Convención Bancaria y en eso estaremos enfocando los esfuerzos en los siguientes años.
¿Cuál es la perspectiva que se tiene luego de los recortes a la baja en el crecimiento económico? Hay que hacer notar que aunque se prevé una desaceleración económica, que no es un tema menor, la economía crecerá; y en ese sentido nosotros estaremos capitalizando las oportunidades que se presenten e impulsando el financiamiento de los proyectos viables que nos planteen.
En este contexto, vemos que el consumo privado seguirá siendo uno de los motores de crecimiento más relevantes. Hace unas semanas se dio a conocer el Indicador de Confianza del Consumidor, que mide el INEGI, registrando un máximo histórico el 19 de febrero; además, la inflación se está desacelerando, en niveles por debajo de 4.0 por ciento con cifras de febrero. Estos factores hacen pensar que veremos una disminución de las tasas de referencia de al menos 25 puntos base hacia la segunda mitad del año. Es así que el consumo privado debería compensar la desaceleración de otros componentes de la demanda.
¿Cómo es la relación con el nuevo gobierno? ¿Hay certeza en el país con lo que han observado en los primeros 100 días de la nueva administración? Aún es pronto para generar una evaluación. Lo que te puedo decir es que hay decisiones que compartimos, como el incremento al salario mínimo, el ataque frontal al robo de combustible o la ortodoxia fiscal representada en el presupuesto de 2019. En cualquier caso, vamos a apoyar toda decisión que creamos va en el sentido correcto, y levantando las alertas que corres- pondan cuando notemos alguna desviación que pueda comprometer los objetivos de crecimiento ambiciosos que se ha planteado la nueva administración y que claramente nosotros compartimos.
¿Cuáles son las principales inquietudes que tiene la banca con este nuevo gobierno? Más que inquietud, compartimos con el Gobierno el objetivo de incrementar los niveles de crecimiento del país de los últimos años, y que este crecimiento sea incluyente. Para ello, el componente fundamental es el impulso a la inversión privada, la cual se incrementará si se dan los incentivos correctos, entre los que destacaría: mantener la estabilidad macroeconómica, reducir los niveles de informalidad con el consecuente incremento en la productividad; fortalecer la demanda interna; fortalecer el Estado de derecho, la certidumbre jurídica y el respeto a la inversión; reducir la corrupción, que no sólo daría mayor certidumbre a la inversión privada, sino que también liberaría recursos para aumentar la inversión pública en infraestructura.
¿Tienen planeado realizar nuevas inversiones? Recientemente concluimos un importante plan de inversión de 3 mil 500 millones de dólares que ejecutamos de 2013 a 2017 y que nos permitió la renovación total de nuestra red de oficinas, la innovación e incremento de nuestro parque de autoservicio, la construcción de nuevos edificios corporativos y el incremento de nuestra oferta digital. A partir de 2018 ejecutamos un nuevo plan de inversión de mil 500 millones de dólares, con un ritmo de 300 a 350 millones de dólares por año, y cuyo destino es la tecnología y el robustecimiento de nuestras capacidades digitales y móviles.
Durante el año pasado, el SPEI sufrió una serie de ataques. ¿Cómo enfrenta BBVA esta situación? La ciberseguridad es un tema que nos ocupa. No sólo en México, sino a nivel mundial, los ciberataques han sido identificados como uno de los principales riesgos globales. México es el décimo país más atacado del mundo y el sector financiero, por su naturaleza, es uno de los principales objetivos. Para nosotros, la seguridad de los clentes ha sido una de nuestras prioridades.