La baja eficiencia en el sistema de salud pública en México no es producto de las decisiones que se han tomado en los últimos seis meses, sino en las buenas, malas y pésimas decisiones realizadas durante las últimas décadas, aseguró el director general del área de Servicios de Estudio de Mapfre, Manuel Aguilera, en alusión a las críticas que han enfrentado el gobierno en materia de salubridad.
“Es una pena que la eficacia del sistema sanitario del país esté en el lugar 67 del mundo, y eso no es resultado de las decisiones que se han tomado en los últimos seis meses, sino a las buenas, malas y pésimas decisiones... de las últimas décadas”, dijo el directivo al presentar el Informe “Sistemas de Salud: un análisis global”.
En lo que va de la actual administración pública, el presidente de México ha recibido una serie de críticas de especialistas en la materia; luego de los diversos recortes y ajustes que se aplican en el gasto corriente para el sistema de salud pública.
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En conferencia con medios de comunicación, Aguilera reveló que a pesar de ser la economía número 13, la eficiencia en el sistema de salud nacional fue valorada hasta en la posición 67 a nivel global; por debajo de naciones como Chile o China.
A nivel Latinoamérica, México se coloca en la novena posición, pues además de Chile, los sistemas de salud más eficaces en la región son los de Costa Rica, Uruguay, Panamá, Argentina, Brasil, El Salvador y Ecuador.
Aguilera señaló bajo esta premisa, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador requiere aplicar una política pública pensada con el propósito de elevar la calidad y la eficacia de los sistemas sanitarios en México.
Lo anterior, implicaría no sólo el fortalecimiento de las instituciones de salud, sino la utilización de nuevos instrumentos que permitan alcanzar dicho objetivo, tomando en cuenta la experiencia internacional.
“Ahí está el gran reto para este gobierno y... para los próximos años, porque este es un tema que no se agota... sino que requiere de un esfuerzo institucional mucho más largo”, aseguró el expresidente de la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas (CNSF).
Ejemplificó que, en Australia, para estimular la sostenibilidad del sistema de salud en el largo plazo, se le pide a los ciudadanos comprar un seguro de salud privado, pero no como una medida para estimular el sector asegurador.
"Eso no les interesa a los que hacen política pública, sino buscar un mecanismo que tenga la capacidad o las características efectivamente para reducir la presión del gasto público sobre el sistema sanitario, y ese instrumento es el seguro de salud”, mencionó el directivo.
En ese sentido, consideró que el gobierno federal no tiene ninguna obligación de estimular ninguna actividad económica, luego de que indicó que presentaría un paquete de medidas de impulso al sector asegurador, como lo hizo con el sector bancario.
De acuerdo con el informe, Japón, Suiza y Corea del Sur son los tres sistemas con mayores niveles de eficacia en términos de efectos positivos sobre la salud de su población; mientras que México ocupa el lugar 67.
En cuanto al gasto sanitario respecto al Producto Interno Bruto (PIB), el porcentaje del país se situó en alrededor del 5.4 por ciento en 2017, mientras que la penetración de los seguros privados de salud en ese año fue de 0.3 por ciento.
Aguilera destacó que los países que logran una mayor efectividad de sus sistemas de salud son aquellos en los que hay una mayor participación del sector privado, y ven al seguro como un complemento.
“No hay ningún sistema eficiente que solo tenga el pilar uno, que es el servicio público”.
Asimismo, añadió que se requiere estimar los planes de ahorro para la población, no solo enfocados al retiro sino también a la atención médica, dado las expectativas de envejecimiento, así como corregir las fallas de mercado, porque hay una insuficiente cobertura en ciertos segmentos.
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lps
